Ciudad de México,
Patricio Contreras
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El 14 de agosto de 2020, el Congreso de Estados Unidos comenzó su llamado "receso de agosto". La noticia llega en medio de las tensas negociaciones relativas al segundo paquete de estímulos, destinado a aliviar la crisis económica suscitada por la pandemia de Covid-19 que atraviesa el país.
Un día antes, el senador del estado de Kentucky y líder de la mayoría republicana en dicha cámara, Mitch McConnell, suspendió la sesión durante la tarde y, ante la imposibilidad de llegar a un compromiso entre ambos partidos sobre la cantidad destinada a los cheques, entre otras partes del paquete, llamó a los legisladores a tomar un descanso hasta el 8 de septiembre de 2020.
La principal diferencia para alcanzar un acuerdo, versa sobre el alcance de los beneficios y la cantidad destinada al cheque. La líder demócrata en la cámara de representantes, Nancy Pelosi, afirmó que su partido pugna por un financiamiento federal para cheques alimentarios de 600 mil millones de dólares, cantidad que la facción republicana tanto en el Congreso, como en el Ejecutivo y el Departamento de Tesoro consideran imposible de proveer, ofreciendo solamente 250 mil.
Estados Unidos actualmente vive una situación económica complicada a raíz de la pandemia de SARS-Cov2. Las autoridades de salud reportan 5 millones 292 mil contagios y 168 mil decesos por la enfermedad, lo que ha impactado severamente en la seguridad financiera y el empleo de los estadounidenses.
Como parte de los paquetes de apoyo gubernamental, el 8 de agosto de 2020, el presidente Donald Trump aprobó una serie de leyes ejecutivas con el objeto de extender la prohibición de los desalojos y la cobertura de los seguros por desempleo, los cuales registraron 963 mil nuevas solicitudes para el 8 de agosto.
Las negociaciones sobre el paquete de estímulos se seguirán llevando a cabo por teléfono entre Steven Mnuchin (secretario de Tesoro de Estados Unidos), Mark Meadows (jefe del gabinete de la Casa Blanca), Pelosi y McConnell; y en caso de llegar a un acuerdo en los próximos días, podrían levantar el receso y llamar al Congreso a votar de nuevo. Hecho esto, el proyecto de ley aún tendrá que ser aprobado por el presidente Trump.