Ciudad de México,
Antonio Moreno
Crédito foto: Peter Bond en Unsplash
La contaminación en el mundo por emisiones de la cadena alimentaria se basa principalmente en los procesos de producción, desde su explotación agrícola hasta la distribución de los productos. En 2015, las emisiones del sistema alimentario se estimaron en 18 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que representa el 34 por ciento de las emisiones mundiales. Asimismo, los principales países con mayores emisiones de dióxido de carbono son China, Indonesia, Estados Unidos, Brasil, la Unión Europea e India.
Acorde con un nuevo reporte elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés), los sistemas alimentarios representan un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero. De la misma forma, se explica, dos tercios de los gases de efecto invernadero derivados de estos sistemas están relacionados con el sector de la agricultura y el uso de la tierra.
Un hallazgo importante fue, desde 1991 la contaminación producida por procesos de producción alimentaria es estable en países desarrollados, manteniendo el 24 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono. Mientras que en países en vías de desarrollo desde 1990 hasta 2015 dejaron de contaminar hasta un 29 por ciento en el mismo rubro.
El 39 por ciento de las emisiones totales de los procesos de producción están relacionados con las acciones donde se llevan productos alimenticios a las puertas de explotación, como fertilizantes. Por otra parte, el uso de la tierra y la agricultura representan el 38 por ciento, y la distribución de los productos emite el 29 por ciento de la contaminación.
Por otra parte, el reporte indica, el envasado de productos representa la contaminación por dióxido de carbono del 54 por ciento de los procesos de producción. Ello representa la fase de los procesos más contaminante de la cadena de suministro, incluido el transporte. También se señala, la contaminación varía dependiendo del producto a envasar; el vino y la cerveza generan más contaminación. Mientras, los plátanos y el azúcar de remolacha generan mayores emisiones durante su transportación.
Otro de los factores contaminantes de los sistemas alimentarios mundiales es el consumo de energía, el cual es mayor durante el proceso de envasado, transporte y elaboración. Asimismo, la refrigeración de productos representa el 5 por ciento de gases de efecto invernadero de estos sistemas, y expertos de la FAO prevén dicha cifra tiene tendencia al alza.
Ante la contaminación por los procesos de producción alimentaria, la disminución de la deforestación y la optimización en sistemas de refrigeración contrarrestan las emisiones de dióxido de carbono. Los países más desarrollados continúan con cifras estables de emisiones, las cuales disminuyen en los países en desarrollo, nivelando así la explotación agrícola y energética en el mundo.