
Foto: YT @WhiteHouse
El Gobierno de Estados Unidos enfrenta una fuerte presión pública y legislativa tras confirmarse la filtración de un chat confidencial donde altos funcionarios discutían posibles ataques contra los hutíes en Yemen. La Casa Blanca confirmó el martes 25 de marzo que la conversación ocurrió en Signal, una aplicación de mensajería encriptada, y que por error se incluyó al editor de The Atlantic, Jeffrey Goldberg.
Los mensajes se enviaron entre el 11 y el 15 de marzo y en el grupo estaban presentes figuras clave como el vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Defensa Pete Hegseth, el asesor de seguridad nacional Mike Waltz y la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard. Goldberg relató en su artículo que inicialmente dudó de la autenticidad del grupo, pero lo confirmó al coincidir el contenido con un ataque real el 15 de marzo.
"No podía creer que el liderazgo en seguridad nacional de los Estados Unidos se comunicara a través de Signal sobre inminentes planes de guerra", escribió Goldberg en su artículo. Según su testimonio, recibió información sobre "el tiempo específico de un futuro ataque, objetivos específicos, incluido objetivos humanos a matar, armamento, informes meteorológicos junto con secuencias de eventos que iban a pasar".
La revelación generó una respuesta inmediata en el Congreso, donde este martes se interroga a altos funcionarios en una audiencia sobre amenazas globales. Además de Gabbard, testifican el director de la Agencia Central de Inteligencia, John Ratcliffe, el director del FBI, Kash Patel, el comandante del Comando Cibernético, Timothy Haugh y el director de la Agencia de Inteligencia de Defensa, Jeffrey Kruse.
Según The Atlantic, el secretario de Defensa compartió datos que Goldberg describió como una "narración minuto a minuto" del operativo contra Yemen. Por su parte, Hegseth negó las acusaciones y declaró el lunes desde Hawaii que "nadie compartió planes de guerra" y calificó el reportaje como "basura".
La gestión de información confidencial a través de una aplicación no autorizada como Signal plantea serias implicancias legales. Expertos citados por The Atlantic señalaron que el uso de esta plataforma podría violar la Ley de Espionaje y la normativa de conservación de registros oficiales, dado que los mensajes desaparecen automáticamente tras un tiempo.
El artículo también cita una fuente anónima de la administración que dijo a Politico: "Todo el mundo en la Casa Blanca está de acuerdo en una cosa: Mike Waltz es un completo idiota". Según ese medio, su continuidad como asesor en seguridad nacional estaría en duda.
Dicho incidente también provocó una reacción política. Hillary Clinton compartió la historia en redes sociales con el mensaje: "Tiene que ser una broma", haciendo referencia a las críticas que recibió en 2016 por el uso de servidores privados durante su gestión como secretaria de Estado.
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