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El Ministerio de Defensa Nacional de Rumania confirmó el 14 de septiembre la presencia de drones procedentes de Rusia en su espacio aéreo. Tras la detección de drones en Polonia, este operativo representa la segunda ocasión en la que el sobrevuelo de unidades militares rusas con dirección a Ucrania afectó a países de la OTAN.
De acuerdo con las autoridades rumanas, el sobrevuelo de drones rusos ocurrió en la tarde del 13 de septiembre, y revelaron que decidieron no disparar ante el posible daño colateral con Ucrania. Si bien el país cuenta con la autoridad legal para abatir las aeronaves no tripuladas gracias a una ley con vigor desde el 19 de mayo, los aviones F-16 se limitaron a monitorear a los drones que abandonaron el territorio nacional luego de 50 minutos de patrullaje cerca de Tulcea.
Con la incursión de Rusia en el espacio aéreo de Polonia el 10 de septiembre, la OTAN invocó el artículo 4 del tratado, el cual permite una respuesta armada. Durante este incidente, el primer ministro polaco, Donald Tusk, confirmó una serie de maniobras militares para interceptar y abatir los drones de Rusia y Bielorrusia.
En la opinión del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, el comportamiento de su homólogo en Rusia, Vladimir Putin, es un acto de intimidación y expansión del patrullaje aéreo. Frente a la presencia de drones en Polonia y Rumania, el mandatario reiteró a las autoridades Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) la necesidad de adoptar medidas preventivas y sanciones.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó su disposición para trabajar con la OTAN bajo una condición: que la organización deje de comprar petróleo ruso. Asimismo, el mandatario agregó que implementará sanciones al Kremlin como medida de apoyo al sobrevuelo del territorio de la organización.
"Si la OTAN hace lo que yo digo, la guerra terminará pronto", informó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump
Para el Ministerio de Defensa Nacional de Rumania, la OTAN debe mantener los mecanismos de vigilancia y preparar protocolos contra otra posible incursión del espacio aéreo. Cabe resaltar que esta coyuntura geopolítica ocurre en un contexto de atribución de estrategias de zona gris en la política militar del Kremlin.
A través de una serie de acciones consideradas ambiguas por representantes de pensamiento de seguridad y autoridades de la OTAN, Rusia podría apostar por medidas de guerra no frontales. En este caso, el triángulo de diplomacia entre Ucrania, Estados Unidos, y Rusia, se encuentra en un punto de coyuntura ante las medidas de defensa del Tratado del Atlántico Norte.
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