Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Las palabras del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) poniendo en duda la legitimidad de las elecciones en Ecuador en 2023, le costaron a México una escalada innecesaria en materia diplomática. De acuerdo a las declaraciones en conferencia de prensa el 6 de abril de Gabriela Sommerfeld, canciller de Ecuador, se utilizaron todos los canales diplomáticos para explicar que el denominado asilo político no tenía lugar debido a la condena que pesaba sobre Jorge Glas en materia de corrupción.
Justificó Sommefeld, con dos sentencias de la justicia ecuatoriana y una medida cautelar, "de ninguna manera puede ser considerado como un perseguido político, religioso o étnico". Acusó a la embajada mexicana de obstruir la presentación semanal de Jorge Glas ante la justicia por la medida cautelar y con ello, el incumplimiento de la no intervención en asuntos internos de otros Estados. También informó, la decisión del presidente Daniel Noboa fue con base en el riesgo real de fuga de Jorge Glas.
Varios países, incluidos Argentina y Chile condenaron el ingreso a la sede diplomática de México en Quito. Por su parte, AMLO había asegurado a NotiPress en conferencia del 5 de abril que México no rompería relaciones diplomáticas con Ecuador, al decir "nosotros no vamos a romper relaciones". Sin embargo, el mismo día ordenó romper relaciones con Ecuador por el arresto de Jorge Glas en la sede diplomática.
La canciller ecuatoriana explicó, le fue remitida a la embajada en su momento, las actas de condena por asociaciones ilícitas y cohecho que pesaban sobre Glas. Asimismo, la canciller confirmó que se le remitió a la sede diplomática de México en Quito la orden de captura de Glas dispuesta, por el delito de peculado. Agregó, "el 29 de febrero de 2024, la Cancillería solicitó a la Embajada de México [...] la autorización de la embajadora de México para que la policía pueda cumplir con la orden de captura dispuesta por la Corte Nacional de Justicia, la cual fue negada".
Sommefeld expresó, el detonante fue cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) puso en duda la legitimidad de las elecciones en Ecuador como también la manera en que el mandatario mexicano se involucró en el asesinato del candidato Fernando Villavicencio. Los dos hechos, considerados una intromisión a la política interna de Ecuador, promovieron la acción de ingresar a la sede diplomática de México en Quito para arrestar al exvicepresidente Jorge Glas.
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