Foto: Gustavo Torres (NotiPress)
Veintidós estados de Estados Unidos y el distrito de Columbia permitirán a los residentes seleccionar un marcador "X" neutral en cuanto al género, en lugar de "masculino" o "femenino" a partir de junio de 2023. Esto será aplicado en documentos oficiales emitidos por los gobiernos de cada entidad, como licencias de conducir, actas de nacimiento, entre otros.
Abigail Saguy, profesora de sociología y estudios de género de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), realizó un estudio para cuantificar el nivel de apoyo de esta política. Este reveló que la comunidad LGBTQ+ apoya tanto la adición del marcador "X" neutral como la eliminación de género en las identificaciones. Esto, al considerar el reconocimiento por parte de los gobiernos de que el sexo biológico de las personas no siempre se alinea con su identidad de género.
La investigación se basa en 85 entrevistas realizadas a activistas de género. El 90% de las encuestas mostró aprobación para el marcador neutro. Saguy explica que, mientras para algunos activistas este reconoce una identidad de género no binaria, para otros implica una forma de mantener la clasificación de género.
Además, 85% de los activistas apoyaron la eliminación de los marcadores de género de las identificaciones. Quienes aprobaron esta moción argumentaron que marcadores obligan a las personas no binarias o intersexuales a elegir entre la autenticidad de su verdadero yo y la seguridad. Pues identificarse como no normativo puede exponer a las personas de la comunidad LGBTQ+ a la discriminación.
Los encuestados opositores al marcador neutro y a la elisión de marcadores señalaron que el gobierno tiene derecho a la información debido a los riesgos médicos y de seguridad nacional. A su vez, consideraron el costo financiero de implementar dichos cambios también como una razón para no modificar las identificaciones.
Saguy comenta que algunas personas expresaron su preocupación de eliminar los marcadores de sexo y género. Pues, argumentan, esto podría erosionar la capacidad del estado para rastrear diversas formas de desigualdad de género o afectar negativamente el acceso de la comunidad LGBTQ+ a los servicios de salud pública. Al respecto, la profesora de sociología, aclara que el sexo, el género y la información médica, podrían ser accesibles, solo en contextos específicos, sin incluirlos en las identificaciones emitidas por el estado.
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