Ciudad de Mpexico,
Sergio F Cara
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
La Unión Europea identificó la necesidad de fortalecer su industria de vehículos eléctricos ante el creciente dominio de China en el sector. En el "State of the Energy Union Report 2024", se destaca que Europa enfrenta una creciente competencia, especialmente en la fabricación de baterías de iones de litio, un componente crucial para la transición hacia una movilidad más sostenible.
Entre 2022 y 2023, el déficit comercial europeo en la producción de baterías de iones de litio aumentó un 21%, lo que resalta la dependencia de Europa de las importaciones provenientes de China. Este país emergió como un líder indiscutible en la producción de baterías y vehículos eléctricos, lo que genera una desventaja para la industria europea, que históricamente ha sido líder en el sector automotriz tradicional, refirió el reporte.
Ante esta situación, la Unión Europea tomó medidas para reducir esta dependencia y mejorar su competitividad. Una de las iniciativas clave es el Net-Zero Industry Act, que busca incrementar la producción interna de tecnologías limpias, incluidas las baterías, promoviendo una mayor independencia en la cadena de suministro. A través de esta legislación, se espera fortalecer la fabricación local de baterías, fomentar la innovación y facilitar el acceso a materiales críticos, todos ellos esenciales para mantener una posición competitiva en el mercado global de vehículos eléctricos.
Además, la Comisión Europea ha lanzado varias alianzas estratégicas, como la Alianza Europea para las Baterías y la Alianza Solar Fotovoltaica, con el objetivo de impulsar la producción industrial de estas tecnologías clave dentro de Europa. Estas iniciativas buscan atraer inversiones y desarrollar capacidades tecnológicas que permitan competir con China y otros actores internacionales, sostiene el reporte al que accedió NotiPress.
Pese a estos esfuerzos, la industria europea aún enfrenta desafíos importantes. La alta demanda de vehículos eléctricos y baterías a nivel global pone presión sobre la capacidad de Europa para escalar su producción de manera competitiva. Además, la dependencia de materiales críticos, muchos de los cuales son importados de China, sigue siendo una barrera que la UE busca superar mediante la diversificación de proveedores y el impulso a la minería sostenible dentro del continente.
No obstante, la transición hacia una economía verde representa una gran oportunidad para la industria europea. La creciente demanda de vehículos eléctricos, tanto dentro como fuera de la UE, abre un mercado con un potencial significativo. Europa, con su enfoque en la sostenibilidad, la innovación tecnológica y el desarrollo de una infraestructura energética más limpia, está bien posicionada para aprovechar este cambio, siempre que logre equilibrar la competencia y garantizar una cadena de suministro robusta.