Ciudad de México,
Jorge Cerino
Crédito foto: Foto de Gustavo Fring en Pexels
A nivel mundial, la vacilación ante la vacuna contra la Covid-19 podría provocar miles de muertes adicionales. Este retraso en la aceptación o rechazo de las vacunas, a pesar de su disponibilidad, podría causar una mortalidad hasta 8 veces mayor durante un período de 2 años, advierte la Escuela Imperial de Londres. Respecto a esta situación, la clave de la confianza en las vacunas reside en la confianza en la ciencia que la gente tiene como sociedad, sugiere un nuevo estudio.
Con anterioridad, otros estudios han indagado sobre la relación entre la confianza individual en la ciencia y las vacunas. Sin embargo, este estudio publicado en la revista Nature Human Behaviour se concentró en cómo la confianza individual se relaciona con la confianza que un país o sociedad tiene en la ciencia.
Los autores del estudio subrayan el esfuerzo que requiere pensar en lo correcto, lo incorrecto, los beneficios, los riesgos y los peligros de una vacuna cuando no se conoce sobre el tema. Ante esta situación, la gente recurre a la confianza (o desconfianza) en la ciencia y busca en las actitudes y comportamientos de los demás señales para determinar qué es normal y aceptado. A través de estas impresiones informales de cómo se valora o cuestiona la ciencia se da forma a las evaluaciones individuales sobre la confiabilidad de la ciencia, señala el estudio. Estas impresiones pueden provenir de interacciones sociales, representaciones en los medios de comunicación y debates culturales y políticos.
Para su estudio, los investigadores utilizaron los datos de la mayor encuesta sobre la confianza en vacunas, la Wellcome Trust Monitor 2018, con más de 120 mil encuestados en 126 países. Dicha encuesta muestra altos niveles de confianza en la ciencia a nivel mundial, aunado a una confianza relativamente alta para las vacunas. Particularmente, la confianza en la ciencia es más alta en América del Norte, Europa occidental y Australasia y más baja en América del Sur, Europa del Este y África, señalan los autores.
Al respecto, el Centro de Investigación Pew señaló, el 19% de adultos estadounidenses declaró entonces haber recibido al menos una dosis de la vacuna contra la Covid-19. Otro 50% declaró planear vacunarse, sumando un 69% de estadounidenses con la intención de recibir la vacuna o que ya la recibieron. Entre el porcentaje restante de quienes no desean vacunarse ennumeran diversas razones: preocupaciones sobre los efectos secundarios (72%) y la sensación de un desarrollo demasiado rápido de las vacunas (67%). También mencionaron el deseo de saber más sobre qué tan bien funciona. Al 18 de mayo, Estados Unidos cuenta con el 37% de su población completamente vacunada, según la herramienta estadística Our World in Data.
Frente al riesgo de más muertes por Covid-19 a causa de la desconfianza en las vacunas, existe la necesidad de entender los mecanismos detrás de la confianza de la gente en la ciencia y la vacunación. Como sugieren estos datos, es importante que los países trabajen en informar a sus ciudadanos y en alentar la confianza en la ciencia de sus sociedades como conjunto.