Foto: Gustavo Torres (NotiPress)
Un grupo de oficiales tomó el control de Guinea-Bissau el 26 de noviembre de 2025, suspendió el proceso electoral y destituyó al presidente Umaro Sissoco Embaló. Este acontecimiento se suma a una secuencia de rupturas institucionales ocurridas en otros países de África Occidental, como Níger, Malí y Burkina Faso, gobernados por juntas militares desde años recientes.
Reportes locales señalaron enfrentamientos armados en puntos clave de Bissau, capital del país. Minutos después, el presidente confirmó al medio Jeune Afrique que fue detenido en su oficina. Militares uniformados bloquearon accesos a edificios gubernamentales, rodearon la embajada de Portugal y cerraron el paso hacia el Estado Mayor del Ejército, desde donde se difundió un comunicado oficial anunciando el golpe.
Una organización autodenominada Alto Mando Militar para la Restauración del Orden se declaró a cargo de los asuntos nacionales "hasta nuevo aviso". También informó sobre la interrupción del proceso electoral iniciado el domingo anterior. Ese mismo día, el presidente Embaló y su principal contrincante, Fernando Dias, afirmaron por separado haber ganado los comicios.
Durante la jornada siguiente, medios locales informaron sobre el bloqueo de plataformas digitales, entre ellas Facebook, YouTube y TikTok, por orden de los militares. Proveedores de internet confirmaron la restricción temporal a diversas redes sociales en todo el territorio nacional.
El jueves 27 de noviembre, el general Horta N’Tam fue designado como responsable del gobierno transitorio. La ceremonia se realizó en el cuartel general del Ejército. N’Tam, hasta entonces jefe del Estado Mayor del presidente saliente, explicó que la medida responde a la necesidad de preservar la estabilidad política. En su discurso, indicó: "La intensa actividad de grupos vinculados al narcotráfico, aprovechándose del proceso electoral, tuvo como objetivo manipular y, en última instancia, capturar la propia democracia".
Organizaciones de la sociedad civil emitieron un comunicado conjunto donde responsabilizan al presidente Embaló de orquestar el golpe. Aseguraron disponer de información interna sobre una estrategia para frenar la difusión de los resultados electorales. También acusaron al jefe del Estado Mayor de haber participado en la operación. Embaló negó estas acusaciones y declaró haber sido arrestado sin violencia.
Naciones Unidas reaccionó por medio de un mensaje de su secretario general, António Guterres. El comunicado instó a todas las partes a mantener la calma y respetar el marco constitucional vigente. La organización internacional manifestó preocupación por un posible colapso institucional.
Desde su independencia en 1974, Guinea-Bissau ha enfrentado cinco interrupciones militares del poder civil. Observadores internacionales reportaron que los comicios del 23 de noviembre transcurrieron sin incidentes graves y permitieron la participación de la ciudadanía, pese a exclusiones de figuras opositoras.
Níger, Malí y Burkina Faso, bajo administración militar, formaron en 2023 la Alianza de Estados del Sahel. Esta estructura regional suspendió relaciones con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y expresó objeciones frente a mecanismos de presión diplomática externos.
Por ahora, Guinea-Bissau permanece bajo control militar. La junta anunció el levantamiento parcial del toque de queda para facilitar el movimiento de personas y mercancías en la capital.
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