Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
La rápida evolución tecnológica, impulsada por la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático, está transformando el mercado laboral global a un ritmo acelerado. Según el Foro Económico Mundial, para 2027, un 23% de los empleos a nivel mundial se verán afectados por la automatización y la tecnología. Este cambio estructural generará la creación de 69 millones de nuevos puestos de trabajo, aunque desplazará a 83 millones, lo que subraya la importancia de la formación continua y la adaptación laboral en una economía digital.
En su informe Unlocking Opportunity, el Foro Económico Mundial destaca que casi una cuarta parte de los trabajadores a nivel global deberá adquirir nuevas habilidades para seguir siendo competitivos. Para enfrentar este desafío, el informe sugiere un marco basado en cuatro pilares estratégicos: la capacitación y actualización de habilidades, mejorar la correspondencia entre empleado y empleador, implementar redes de seguridad para los trabajadores y fomentar la colaboración entre industrias.
El primer pilar hace énfasis en la formación continua. Se espera que el 44% de las habilidades laborales cambien en los próximos cinco años, lo cual obliga a las personas y empresas a invertir en programas de actualización. Un ejemplo de esto es el Randstad Boot Camp en Japón, que capacita a trabajadores en habilidades digitales, facilitando su transición a sectores tecnológicos.
El segundo pilar se centra en mejorar la conexión entre empleados y empleadores. Modelos de trabajo flexibles, como el empleo remoto o temporal, están siendo fundamentales para adaptar las demandas del mercado laboral. Iniciativas como el programa SMK-PK en Indonesia demuestran cómo la capacitación alineada con las necesidades del mercado laboral puede facilitar transiciones laborales exitosas y reducir el desempleo.
Mientras tanto, en el tercer pilar aborda la importancia de redes de seguridad sólidas. Las transiciones laborales no siempre son fluidas, por lo que los gobiernos y las empresas deben cooperar para mitigar el impacto de la pérdida de empleo. En Alemania, por ejemplo, los trabajadores desplazados de la industria del carbón recibieron apoyo a través de programas de capacitación, lo que les permitió reintegrarse con éxito en otros sectores.
Por último, el cuarto pilar destaca la colaboración entre diferentes sectores para superar barreras industriales. La Iniciativa de Habilidades para África en Sudáfrica muestra cómo la colaboración entre gobiernos, empresas e instituciones educativas está ayudando a crear una fuerza laboral joven y preparada para las demandas de una economía en transformación.
El informe del Foro Económico Mundial sugiere que para afrontar los cambios en el futuro del trabajo es esencial un enfoque integral, combinando capacitación, flexibilidad, protección social y colaboración intersectorial. Solo así se podrá construir una fuerza laboral resiliente y capaz de aprovechar las oportunidades que surgen en la economía digital emergente.