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Ante los resultados negativos qué arrojaron las pruebas sobre la efectividad del medicamento hidroxicloroquina en el tratamiento de Covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que las pruebas se han detenido temporalmente, hasta encontrar la raíz del problema y contar con cifras favorables para reanudar la investigación.
De acuerdo con la investigación publicada por The Lancet, realizada con información de 671 hospitales en todo el mundo, a cargo del profesor Mandeep R. Mehra, el medicamento empleado para tratar casos de malaria, artritis, y lupus, denominado hidroxicloroquina, registró un mayor número de inconvenientes en los pacientes con Covid-19, y ningún beneficio considerable. Según los datos arrojados por la investigación, el índice de mortalidad en los pacientes que tomaron este medicamento incrementó a 13%, incluso en casos sin comorbilidad ni inmunodeficiencias; asimismo, resaltó su interacción desfavorable con otros medicamentos comunes, como diversos antibióticos.
Con base en la información sobre estos resultados, que plantea un escenario de incertidumbre importante sobre la pertinencia del tratamiento, la OMS decidió frenar los periodos de prueba de la hidroxicloroquina. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, informó los riesgos derivados del uso de este medicamento, así como las medidas a tomar para brindar la información actualizada, con los riesgos y conclusiones, en aproximadamente dos semanas a partir del 25 de mayo.
Al suspender las pruebas de hidroxicloroquina, con base en la evidencia presentada por la investigación publicada en The Lancet, la postura de Donald Trump frente a los tratamientos podría verse comprometida, con en riesgo de aumentar las tensiones entre la OMS y su gestión. Donald Trump ha declarado su apoyo hacia los tratamientos con hidroxicloroquina de manera consistente desde el inicio del periodo de prueba, a través de múltiples apariciones públicas y en comentarios de redes sociales, luego de reportar un posible contacto con la enfermedad.
Durante las ruedas de prensa comprendidas en este periodo, Trump resaltó la efectividad de los tratamientos, planteó incentivos para invertir en su producción, y aseguró que no representan riesgos para la salud; pese a la contraindicación de sus propios órganos reguladores y especialistas. Asimismo, indicó que la decisión de tomar este tratamiento es completamente personal, y consiste en una medida adicional de seguridad en la mitigación de Covid-19.
La decisión de Donald Trump atenta contra la salud pública, en tanto representa un incentivo de automedicación para la población estadounidense; parte de datos no concluyentes sobre su efectividad, que reportan graves riesgos para la salud, omitidos por el mandatario al considerarlos como propaganda opositora; e ignora las regulaciones pertinentes, que podrían poner en riesgo la prueba y distribución de otros medicamentos.
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