Ciudad de México,
A Amigon
Crédito foto: isro.gov.in
India se ha posicionado como uno de los principales países en la prestación de servicios espaciales de bajo costo desde la sonda Mangalyaan, una de las más baratas en orbitar Marte, hasta el satélite Chandrayaan-2 en una expedición al polo sur de la Luna, junto con el próximo proyecto Gaganyaan con su primera misión tripulada. Así como estas misiones exitosas y baratas, también están los escombros del satélite destruido por el gobierno indio que permanecen alrededor del planeta cuatro meses después del suceso.
El pasado 6 de agosto el satélite Chandrayaan-2, lanzado el 22 de julio, completó las cinco órbitas terrestres para dirigirse a la Luna. Con este proyecto, la Organización India de Investigación Espacial (ISRO, por sus siglas en inglés) espera explorar la superficie lunar en el polo sur, donde nunca nadie ha aterrizado y donde se cree hay presencia de agua congelada, así como helio 3, elemento que podría usarse como fuente de energía.
La importancia de esta misión está en los logros para India, pues no sólo sería la primera vez que se analiza el polo sur del satélite terrestre, sino también que India sería el cuarto país del mundo en practicar un alunizaje, posicionándose junto a Estados Unidos, Rusia y China.
Igualmente y con motivo de la celebración de los 75 años de Independencia de la India, el gobierno indio dio luz verde para el proyecto Gaganyaan que es la Iniciativa de Vuelo Espacial con Humanos para 2022. De acuerdo con Ravi Shankar, ministro de Información y Tecnología, la misión es enviar a tres pilotos al espacio durante 7 días; esto sería la primera misión tripulada de la India.
A pesar de los logros y futuros planes, no puede olvidarse que entre los últimos proyectos espaciales indios realizados se encuentra el derribo de un satélite para probar misiles con base en tierra el 27 de marzo. El derribo de un dispositivo espacial en órbita viajando a miles de kilómetros por hora se necesita una precisión excelente, así que realizar la misión Shakti, nombre de la operación india de armas anti-satélites o ASAT, prueba la eficacia de India para destruir la tecnología de inteligencia y comunicación orbitando en el espacio.
Por el momento, algunos de los escombros derivados de la explosión se mantienen en órbita a pesar de las precauciones tomadas por el gobierno como realizar el derribo a baja altitud con el fin de asegurar que los restos cayeran hacia la Tierra.
Cody Chiles, mayor de la Fuerza Aerea del Comando del Componente Espacial de la Fuerza Conjunta de Estados Unidos, aseguró que 300 de los 400 objetos detectados entraron a la atmósfera terrestre pero algunos salieron a órbitas más altas y actualmente se encuentran en órbitas donde podrían dañar a algún otro satélite o incluso, a la Estación Espacial Internacional.
Se espera que los escombros permanezcan hasta un año después de la explosión y aunque los departamentos de defensa y espaciales estadounidenses no están contentos con la prueba, un consultor alemán del Programa de Conciencia Situacional del Espacio así como el ministro de Asuntos Exteriores de China mostraron su aprobación como una prueba segura.
Finalmente, India ha demostrado con sus acciones y previsiones que se ganado un lugar entre las potencias mundiales con los mejores programas y misiones espaciales. El primer país en analizar una zona virgen de la Luna, su primer misión tripulada y la precisión para derribar satélites en órbita se lo concedieron.