Ciudad de México,
Patricio Contreras
Crédito foto: Fusion Medical Animation on Unsplash
Una investigación llevada a cabo por el Departamento de Salud, Tecnología e Informática del Instituto Politécnico de Hong Kong encontró mínimas diferencias en el ADN de muestras de virus SARS-CoV-2 recopiladas a lo largo del mes de julio, asociados a una tercera ola de contagios en dicha ciudad.
Dichos resultados, detalló el profesor asociado Gilman Siu Kit-Hang, muestran un panorama distinto a los estudios genómicos realizados durante periodos de contagio anteriores en la ciudad, durante los cuales se observó mayor variedad en los genes del virus recientemente denominado Covid-19.
"Esto significa que el virus se adaptó al organismo humano y dejó de mutar, o que estas personas contrajeron la enfermedad en un mismo lugar en un periodo de tiempo muy corto", agregó Gilman. Además, muchas de las muestras obtenidas se asocian a variedades importadas de otros países, lo que podría apuntar a la conclusión de que el virus se ha homogenizado en su proceso de adaptarse al cuerpo humano.
Según la directora del Servicio Federal de Supervisión para la Protección de los Derechos del Consumidor y el Bienestar Humano (Rospotrebnadzor) en Rusia, Anna Popova, sostuvo conclusiones similares al intervenir en una reunión con el presidente Vladímir Putin, al afirmar: "El análisis bioinformático de los genomas indica que no se han registrado cambios significativos en el genoma viral durante la circulación en el territorio de Rusia".
De corroborarse estos resultados, el monitoreo y estudio de las mutaciones así como del comportamiento del virus se simplificaría sustancialmente, lo que puede ayudar a prevenir futuros focos de transmisión y crecimiento de la enfermedad en el mundo, además de acelerar el desarrollo de vacunas que inhiban su reproducción en células humanas.
Sin embargo, otras investigaciones han resaltado el potencial que tiene el Sars-Cov-2 para mutar. Maciej Boni, profesor asociado de biología en la Universidad de Penn State y uno de los autores principales de un investigación publicada en abril sobre el linaje del coronavirus en murciélagos, afirma que los: "Los coronavirus tienen un material genético altamente recombinante, lo que significa que las diferentes regiones del genoma del virus pueden derivarse de múltiples fuentes".
Lo anterior no implica que el virus inevitablemente vaya a seguir mutando y desarrollando mayor resistencia a las respuestas inmunes, aunque sí habla de la plasticidad de su material genético, aumente su peligrosidad en humanos o no. El artículo concluye afirmando que "La existente diversidad y dinamismo del proceso de recombinación a lo largo de varios linajes de murciélagos demuestra lo dificil que será identificar cepas de virus con potencial de causar brotes en seres humanos antes de que surjan."
Anteriormente, un estudio llevada a cabo por científicos de Reino Unido y Alemania, publicada en la revista PNAS, encontró tres variantes diferentes del virus durante diciembre de 2019 y marzo de 2020. Esto revela la existencia de distintos estados entre la cepa original encontrada en Wuhan (la más parecida al del coronavirus anteriormente conocido en murciélagos y que no infectó a gente fuera de dicha región) y aquella que eventualmente provocó los brotes en Europa y América.
El virus Sars-Cov-2, a pesar de su larga historia en el mundo animal, es un fenómeno que se comprende aún poco en humanos, dada la velocidad e inmediatez con el que emergió y se expandió a lo largo del mundo. Vigilar la variabilidad genética del virus y su potencial para mutar sigue siendo de capital importancia para los programas científicos de países golpeados por la pandemia, como Rusia, China y Estados Unidos.