Foto: The White House
Tras el final de la campaña de reelección del presidente Joe Biden, la vicepresidenta Kamala Harris recibió el apoyo de destacados políticos demócratas. Aunque la candidatura oficial de Harris aún está por definirse en la elección de agosto, se anticipa que podría enfrentar al expresidente Donald Trump en las elecciones de noviembre.
Desde temprana edad, Harris estuvo inmersa en el mundo de la ciencia y la justicia. Su madre, Shyamala Gopalan, influyó en la visión de Harris sobre la investigación científica y la equidad en la salud. Durante su carrera, mostró un fuerte enfoque en la justicia penal y se desempeñó como fiscal de distrito en San Francisco y como fiscal general de California antes de ser elegida senadora en 2017.
En el Senado, se dedicó a impulsar iniciativas para mejorar la diversidad en los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y medicina (STEM). Asimismo, propuso una legislación destinada a apoyar a estudiantes de poblaciones subrepresentadas, y en su campaña presidencial de 2020, presentó un plan para invertir 60 mil millones de dólares en universidades históricamente negras y empresas propiedad de negros.
Asimismo, como vicepresidenta supervisó el Consejo Nacional del Espacio, promoviendo la cooperación internacional en misiones espaciales como Artemis, que busca enviar astronautas a la Luna. Su influencia en la política espacial refleja un compromiso con la exploración y el desarrollo científico en el ámbito internacional.
En el ámbito sanitario, Harris se posicionó a la izquierda de Biden. Durante las primarias de 2020, favoreció un sistema de seguro médico universal de pagador único, en contraste con la postura más moderada de Biden. Alina Salganicoff, directora de políticas de salud de la mujer en KFF, intuye que Harris podría ser una firme defensora de la ley de Atención Sanitaria Asequible, continuando con el trabajo de la administración Biden en este campo.
Otro de los temas de interés, son los precios de los medicamentos, que han sido una prioridad para la administración de Biden. La creación de un tope para el precio de la insulina y el respaldo a la intervención gubernamental para fijar precios de medicamentos son ejemplos de su enfoque en la asequibilidad. Sin embargo, Harris copatrocinó en 2019 una legislación para establecer una agencia independiente para regular precios de medicamentos, una medida elogiada por Peter Maybarduk de Public Citizen.
Sobre derechos reproductivos, la vicepresidenta fue más vocal que Biden e inició una gira nacional en defensa de las libertades reproductivas, convirtiéndose en la primera vicepresidenta en visitar un proveedor de abortos. Este tema fue importante para muchos votantes y, el apoyo a los derechos reproductivos, puede ser un factor importante en su campaña.
Melissa Murray, experta en derechos reproductivos, destacó la importancia de este enfoque para distinguir a Harris de sus oponentes. Por otra parte, en el ámbito del cambio climático y la justicia ambiental, la vicepresidenta ha defendido políticas progresistas. Su trayectoria como fiscal general y senadora reflejó un compromiso con la protección del medio ambiente y la justicia para comunidades afectadas por la contaminación.
Leah Stokes, investigadora de políticas climáticas, indicó que es necesario mantener el progreso logrado para enfrentar los desafíos climáticos futuros. Por ello, se espera que, de ganar en noviembre, Harris continúe el impulso y las inversiones en energía limpia y cambio climático iniciados por la administración Biden.
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