Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
La vicepresidenta y potencial candidata por el partido demócrata, Kamala Harris, tiene un factor más que no solo la diferencia de su contrincante, Donald Trump, sino también del actual presidente, Joe Biden. El historial político de Harris indica que la mano derecha de Biden apoya la legalización de la marihuana.
Harris tiene un historial político que expone su paulatino progreso hacia el consentimiento sobre la derogación de la prohibición de la marihuana. Cuando era fiscal general de California, la actual vicepresidenta persiguió delitos relacionados con el consumo de marihuana. En 2010 se opuso a una iniciativa de legalización y hasta se rió al ser preguntada por el tema en 2014. En el año 2016, pasó a tener una posición neutral al negarse a tomar una posición de la iniciativa que finalmente legalizó el uso recreativo en California.
No fue sino hasta 2018 que Harris se posicionó a favor del consumo de cannabis. "Necesitamos despenalizar la marihuana en todo el país, no revivir los peores días de la guerra contra las drogas", escribió Harris en un ensayo respondiendo al fiscal general Jeff Sessions por instar al Departamento de Justicia a prohibir la actividad de los proveedores de marihuana autorizados.
Ese mismo año, Harris copatrocinó la ley de Justicia de la Marihuana, que había sido presentada por el senador Cory Booker (demócrata) en agosto de 2017 para eliminar a la marihuana de la lista I. Además, la vicepresidenta patrocinó en el Senado la ley de Reinversión y Eliminación de Antecedentes Penales por Oportunidades de Marihuana. "Los tiempos han cambiado", afirmó Harris . "Necesitamos comenzar a regular la marihuana y eliminar las condenas por marihuana de los antecedentes de millones de estadounidenses para que puedan seguir adelante con sus vidas", aseguró.
Durante la interna demócrata en 2020, Harris prometió eliminar la criminalización de la marihuana e instar a su legalización, No obstante, luego de ubicarse bajo el mando de Joe Biden, la agenda de Harris con respecto al cannabis fue menos ambiciosa. Por su parte, Biden, quien también está a favor de la despenalización, ha afirmado que deja el tema a los investigadores para determinar si la marihuana es o no una "puerta de entrada" para otras drogas, pero prometió indultar a las personas penalizadas por el consumo de marihuana. Aun así, esa legislación nunca tuvo lugar.
Con la postulación de Harris a la presidencia surgen dudas sobre cómo avanzarán sus planes en materia de cannabis. "La vicepresidenta ha sido una defensora aún más firme de [poner fin a] cualquier prohibición del cannabis y restaurar o reparar los daños que ha causado el presidente", afirmó a USA Today Morgan Fox, director político de la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de la Marihuana. Fox aseguró también que, "en muchos sentidos, [ella] ha sido una verdadera líder en este tema, particularmente en lo que se refiere a la reforma de la justicia penal".
Por su parte, Donald Trump ha tenido una posición ambivalente con respecto a la marihuana. Desde afirmar en 1990 que su legalización era inevitable, hasta considerar,25 años después, que su legalización se debería estudiar y dejar a cada estado decidir su legislación. Sin embargo, durante su presidencia tomó una posición dura contra su consumo. Aunque, durante la presidencia de Biden, Trump denunció como "muy injustas" las sentencias a los detenidos por delitos relacionados con las drogas, perjudicando principalmente a los afroamericanos.
Frente a estas dos figuras, Harris tiene la oportunidad de tomar una decisión firme con respecto a la marihuana. La vicepresidenta, al igual que Barak Obama y Ted Cruz, admitió haber consumido marihuana, pero a diferencia de estos dos políticos, Harris afirmó que fue algo divertido, lo cual puede abrir una nueva perspectiva desde la Casa Blanca con respecto a la marihuana.
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