Foto: Alan Cortés (NotiPress)
Cerca de 16 millones de estadounidenses cumplen con los criterios del trastorno por consumo de cannabis, según un nuevo artículo de revisión de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland. Asimismo, destaca la creciente prevalencia del trastorno por consumo de cannabis y la necesidad urgente de intervención médica, pues los jóvenes de entre 18 a 25 años son el sector más afectado.
De acuerdo con el artículo publicado en New England Journal of Medicine, más del 14% de las personas en este grupo de edad tienen trastorno por consumo de cannabis. Dicho padecimiento se define como el uso problemático de marihuana, con síntomas que incluyen el antojo de la droga y la incapacidad para controlar su uso pese a sus efectos negativos. Este diagnóstico es más frecuente en las personas que consumen marihuana más de cuatro días a la semana, señala un comunicado de la universidad.
Respecto a su impacto en Estados Unidos, también puntualiza que el consumo de cannabis representa el 10% de todas las visitas a la sala de emergencias relacionadas con drogas en el país. Igualmente, se asocia con un aumento del 30% al 40% del riesgo de accidentes automovilísticos, con una tasa más alta de visitas a la sala de emergencias relacionadas con la marihuana entre los jóvenes de 18 a 25 años.
Asimismo, el estudio vincula el uso generalizado de cannabis y su mayor potencia con un aumento de las condiciones psiquiátricas relacionadas con este producto. Actualmente, se reconocen siete trastornos relacionados con el consumo de cannabis, entre ellos el trastorno de ansiedad y el trastorno psicótico. También el trastorno del sueño y el delirio inducido por esta sustancia, que se manifiesta como hiperactividad, agitación y desorientación con alucinaciones.
Si bien, en Estados Unidos no se ha aprobado ningún medicamento para el tratamiento del trastorno por consumo de cannabis, ciertas terapias pueden ayudar con el padecimiento. Según la universidad, estas incluyen la terapia interactiva cognitiva y la terapia de mejora motivacional, que ayudan a los pacientes a controlar los pensamientos y comportamientos que desencadena el consumo de marihuana.
También en el caso de los jóvenes, un estudio del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Columbia sostiene que incluso el consumo casual de marihuana es suficiente para incrementar el riesgo de depresión y suicidio en este sector de la población. De esta forma, el consumo recreativo de cannabis en la adolescencia incrementa de dos a cuatro veces más la probabilidad de padecer un desorden psiquiátrico.
Otras investigaciones, cómo la falta de familiaridad con los términos relacionados al consumo de marihuana pueden resultar en reportes de uso incorrecto o insuficiente. Por esta y otras situaciones, el estudio de la Universidad de Maryland subraya la necesidad de que doctores y pacientes reconozcan los signos y síntomas del trastorno por consumo de cannabis para poder ser diagnosticados y tratados adecuadamente.
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