Ciudad de México,
Patricia Manero
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A través de su portavoz Jen Psaki, la Casa Blanca defendió la legalidad y proporción del bombardeo acaecido en Siria el 25 de febrero, que mató a 22 milicianos supuestamente apoyados por Irán. En este sentido, el portavoz de la Casa Blanca citó en declaraciones a medios locales el artículo de la Constitución que permite al Ejecutivo tomar decisiones "para proteger al personal de Estados Unidos".
"El presidente está mandando un mensaje nada ambiguo de que protegerá a los estadounidenses y, cuando están amenazados, él tiene el derecho a realizar acciones en el tiempo y manera que elija", dijo Psaki. Bajo esta línea, el bombardeo estuvo justificado en los disparos de varios cohetes contra la Embajada de Estados Unidos en Bagdad en semanas recientes, según el gobierno.
De igual forma, Psaki aseguró que el Departamento de Seguridad Nacional examinó la legalidad del ataque antes de llevarse a cabo. Asimismo, señaló que el gobierno estadounidense informó a los miembros de la Coalición contra el Estado Islámico, y a los líderes del Congreso. John Kirby, portavoz del Pentágono mencionó en una entrevista en MSNBC, el bombardeo se trató de "un ataque legal y proporcionado para proteger los intereses de Estados Unidos en la región".
Según un comunicado del Departamento de Defensa de Estados Unidos, el ataque destruyó varias instalaciones situadas en un punto de control fronterizo utilizado por grupos milicianos respaldados por Irán. Entre estos grupos se incluían Kataib Hezbolá y Kataib Sayid al Shuhada (KSS), conocido popularmente como el Batallón Sayid de los Mártires.
Psaki aseguró que el presidente Biden está abierto a una solución diplomática al conflicto sirio con el objetivo de "desescalar las actividades en Siria e Irak". Asimismo, el portavoz de la Casa Blanca señaló, Estados Unidos ya aceptó una invitación de parte de la Unión Europea para negociar la vuelta al pacto nuclear con Irán.