Foto: Pedro Basilio (NotiPress)
En la Cumbre del G20, Estados Unidos y China, acordaron una tregua a la guerra comercial este sábado 29 de junio para reanudar las negociaciones. La posibilidad de un acuerdo significaría la reactivación de la economía mundial y de las empresas de tecnología chinas, como Huawei, que se vieron afectadas por él.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos y Xi Jinping mandatario chino acordaron reanudar las negociaciones comerciales después de meses de aumento de aranceles y empresas agregadas a las listas negras de los respectivos países. El anuncio de un posible acuerdo llega en un momento clave del conflicto.
China y las consecuencias: el ingreso de Huawei a la lista negra del gobierno estadounidense, fueron declaradas como una pérdida económica por el fundador y CEO de la empresa, Ren Zhengfei, a un valor estimado de ingresos para 2019 por debajo de 100 mil millones de dólares, cifra comparada con los 104 mil millones de dólares del pasado 2018 y ante un pronóstico de 130 mil millones de dólares contemplados para el 2019. Además del impacto económico interno en Huawei debido a la prohibición, el bloqueo ha impedido a proveedores estadounidenses vender a la fabricante. La compañía china todavía es la mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo y es el segundo fabricante de teléfonos inteligentes, por lo que el cese de operaciones con empresas como Google, el diseñador de chips, ARM y Alphabet Inc, limitaron en gran medida las operaciones de Huawei, incluso en el mantenimiento de equipos ya en circulación.
La prohibición afectó múltiples flancos de la empresa, no sólo al sistema operativo. Los dispositivos de la fabricante no podían acceder a las actualizaciones del sistema operativo de Google. Si bien el sistema operativo en prueba Honmeng OS de Huawei, podría llegar a los dispositivos en nueve meses si las medidas continuaban en desventaja para la fabricante, el CEO, esperaba el resurgimiento del negocio a partir de 2021. La venta de equipos también se vio afectada por la incertidumbre. El fabricante chino vio caer el 40% de sus envíos de teléfonos inteligentes el pasado mes de mayo de 2019. Internamente, Huawei aseguró no recortar gastos de investigación, desarrollo ni llevar a cabo despidos a grandes escala. El panorama que enfrentaba la compañía china, continuaría a disposición de la posición que tuviera en la lista negra del gobierno estadounidense.
Para Estados Unidos el panorama no era muy diferente. Miles de negocios, desde pequeñas tiendas de vestidos de novias hasta gigantes del retail como Best Buy enviaron peticiones al representante oficial de comercio de Estados Unidos, con la intención de frenar el siguiente aumento de aranceles con un valor de 300 billones de dólares en importaciones chinas. Entre los sectores más dañados se encuentran el de telefonía, fabricantes de calzado, fuegos artificiales e industria de la moda. Además de las críticas que recibió FedEx, empresa de paquetería estadounidense, debido al escándalo en los desvíos de paquetes con documentación de Huawei, así como el rechazo de un dispositivo P30 en territorio del gobierno de Donald Trump.
El porvenir económico de empresas como Huawei y Apple continuará en suspenso de los acuerdos que logren entablar los dos gobiernos rivales en su pausa a las hostilidades que han ido en alce durante este año.
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