
Foto: X @herkesicinCHP
La detención del alcalde de Estambul y candidato presidencial turco Ekrem Imamoglu provocó una de las mayores crisis políticas en Turquía en los últimos años. Tras cuatro días bajo custodia policial, un tribunal decretó prisión preventiva para el dirigente del Partido Republicano del Pueblo (CHP) el domingo 23 de marzo, bajo cargos de corrupción. Su defensa calificó la acusación como un montaje político destinado a excluirlo de las próximas elecciones presidenciales.
El mismo día de su arresto estaban previstas unas elecciones primarias internas del CHP para ratificar su candidatura, pero su encarcelamiento transformó el proceso partidario en una manifestación pública de respaldo. La formación política permitió que toda la ciudadanía participara en la votación, y según datos del partido, unos 15 millones de personas expresaron su apoyo a Imamoglu.
Consecuentemente, se generó una ola de manifestaciones que congregó a cientos de miles de personas cada noche en diversas ciudades como Estambul, Esmirna y Ankara, a pesar de las prohibiciones del gobierno de Tayyip Erdoğan. En las últimas jornadas, cerca de un millar de personas han sido arrestadas, incluyendo manifestantes, estudiantes, dirigentes políticos de izquierda y periodistas.
Durante la madrugada del lunes 24 de marzo, las autoridades detuvieron a decenas de líderes políticos y comunicadores. Entre ellos se encuentra Ahmet Dincel, dirigente del Partido Comunista de Turquía (TKP) en Estambul, así como miembros del partido socialista SOL como Deniz Demirdögen y Baris Ince. También fueron detenidos al menos nueve reporteros, según la Asociación de Estudios de Medios y Derecho, aunque no se precisó si estaban cubriendo las protestas al momento del arresto.
Las tensiones aumentaron luego de que el CHP anunciara movilizaciones diarias hasta lograr la liberación de su candidato. "Nos congregaremos y no pararemos hasta que nos devuelvan a nuestro candidato presidencial", declaró su líder Özgür Özel ante una multitud reunida por quinto día consecutivo frente al ayuntamiento de Estambul. Por su parte, varios canales de televisión comenzaron a cubrir las protestas luego de que el CHP llamara al boicot contra los medios que omitían información sobre la crisis, reportó el diario Cumhuriyet.
Aunque las elecciones presidenciales están previstas para 2028, la oposición exigió su adelanto, acusando al Gobierno de utilizar el poder judicial para bloquear el ascenso político de Imamoglu. El sábado 22 de marzo más de 50.000 personas se congregaron en las calles, cifra que ascendió a más de 100.000 el domingo, pese a las restricciones impuestas hasta el martes.
Esta situación también tuvo repercusiones económicas. Según Özel, la Bolsa de Estambul sufrió una fuerte caída y el Banco Central habría destinado 26.000 millones de dólares en tres días para estabilizar la lira. El domingo, esta institución convocó a los directivos de los principales bancos del país para evaluar la crisis, y el Consejo de Mercados del Capital implementó nuevas medidas contra la especulación.
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