Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El 23 de marzo de 2024, Tigran Gambaryan despertó en una residencia gubernamental en Abuja, Nigeria, donde llevaba casi un mes detenido junto a su colega de Binance, Nadeem Anjarwalla. Ambos empleados de la plataforma de criptomonedas permanecían bajo vigilancia militar, sin acceso a sus pasaportes y rodeados de muros con alambre de púas. Su arresto se produjo en medio de un conflicto entre Binance y el gobierno nigeriano, que acusaba a la empresa de evasión fiscal y de contribuir a la devaluación del naira.
Gambaryan, exagente especial del Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS) y reconocido por su trabajo en la lucha contra el crimen financiero en el sector cripto, había llegado a Nigeria en febrero de 2024 para reunirse con funcionarios locales en un intento de resolver disputas regulatorias. Sin embargo, lo que comenzó como una visita de cooperación terminó en su detención. A los pocos días, las autoridades confiscaron sus documentos y lo retuvieron bajo el argumento de que Binance debía proporcionar información detallada sobre sus usuarios en Nigeria.
Las condiciones de su arresto se deterioraron aún más cuando, en marzo, Anjarwalla logró escapar utilizando un segundo pasaporte. Poco después, Gambaryan fue trasladado a la prisión de Kuje, conocida por albergar a miembros del grupo terrorista Boko Haram y por un histórico motín ocurrido en 2022. Durante su reclusión, Gambaryan fue acusado formalmente de lavado de dinero, un delito que en Nigeria conlleva penas de hasta 20 años de prisión.
A medida que pasaban los meses, su salud se vio gravemente afectada. Contrajo malaria, sufrió una infección pulmonar y desarrolló complicaciones en la columna vertebral que lo dejaron temporalmente sin movilidad. Su condición médica se deterioró aún más cuando, tras una crisis de salud, las autoridades lo trasladaron brevemente a un hospital, pero lo regresaron a la prisión sin recibir el tratamiento necesario. En junio, los congresistas estadounidenses French Hill y Chrissy Houlahan lo visitaron en prisión y denunciaron las condiciones de su detención.
El caso de Gambaryan generó creciente presión diplomática desde Estados Unidos. En septiembre, el gobierno estadounidense exigió su liberación por razones humanitarias, mientras que Binance continuó negociaciones con las autoridades nigerianas. La situación escaló a nivel internacional, con legisladores y exagentes del IRS pidiendo su pronta liberación. Finalmente, en octubre de 2024, el gobierno de Nigeria retiró los cargos en su contra y permitió su salida del país.
Gambaryan fue trasladado en un vuelo privado con asistencia médica hasta Estados Unidos, donde recibió tratamiento por sus problemas de salud. A su llegada, fue recibido por legisladores y excolegas. La Casa Blanca emitió un comunicado agradeciendo al presidente de Nigeria, Bola Tinubu, por facilitar su liberación. Mientras tanto, el gobierno nigeriano mantiene su proceso judicial contra Binance y contra Nadeem Anjarwalla, quien continúa prófugo.