
Foto: X @EpiroteReport
La Fiscalía de Milán abrió una investigación penal tras recibir una denuncia que apunta a un episodio poco conocido y profundamente perturbador ocurrido durante la guerra de Bosnia (1992-1995). Según documentos aportados por el periodista Ezio Gavazzeni y respaldados por el exmagistrado Guido Salvini y la exalcaldesa de Sarajevo, Benjamina Karic, ciudadanos de varios países habrían viajado a Sarajevo en la década del 90 para participar en "safaris humanos", disparando a civiles desde las colinas de la ciudad durante el asedio de la ciudad.
Sarajevo fue rodeada por fuerzas serbias, convirtiendo a la actual capital de Bosnia y Herzegovina en escenario de uno de los episodios más cruentos de la guerra, con más de 11 mil civiles asesinados entre 1992 y 1996, muchos abatidos por francotiradores desde las alturas que rodeaban la ciudad. Como si se tratase de una película distópica, la investigación italiana plantea que algunos de estos ataques habrían sido perpetrados por extranjeros, entre ellos italianos, rusos, estadounidenses y canadienses que pagaban sumas de entre 80 mil y 100 mil euros para disparar contra la población local, incluidos menores de edad.
Los presuntos responsables serían civiles de alto poder adquisitivo con afición a las armas. Viajaban desde Trieste hasta Belgrado en vuelos operados por la aerolínea serbia Aviogenex, bajo la fachada de excursiones de caza. En la denuncia de 17 páginas presentada por Gavazzeni se menciona a un empresario milanés propietario de una clínica estética, así como ciudadanos de Turín y Trieste.
El fiscal antiterrorista Alessandro Gobbis conduce la investigación en Italia y dispone de una lista de personas que serán llamadas a declarar. Gavazzeni estima que el número de participantes en estos actos podría rondar las cien personas: "Espero que puedan localizar al menos a uno o a dos, quizá diez", afirmó al diario La Repubblica.
Uno de los testimonios clave proviene de un agente de inteligencia bosnio identificado como E.S., quien aseguró que los servicios secretos italianos ya tenían conocimiento del caso en 1993. El agente afirmó que en archivos clasificados figuran advertencias sobre la presencia de al menos cinco italianos en las colinas de Sarajevo, acompañados por personal local para disparar contra civiles.
El origen de esta información se remonta a un interrogatorio hecho por el servicio de seguridad militar bosnio a un voluntario serbio capturado. En su relato, mencionó haber viajado con al menos cinco extranjeros, tres de ellos italianos, desde Belgrado hasta Bosnia, con el fin de unirse a las milicias serbobosnias. Uno de los acompañantes afirmó ser de Milán.
Una de las figuras más conocidas de estos "safaris" es el fallecido escritor ruso y dirigente del extinto Partido Bolchevique, Eduard Limonov, quien fue grabado en 1992 disparando una ametralladora desde las colinas de Sarajevo junto al líder serbio-bosnio, Radovan Karadžić.
Gavazzeni citó también al exfuncionario de los servicios secretos eslovenos y al exbombero estadounidense John Jordan, voluntario en Sarajevo, quien declaró en el juicio contra Slobodan Milosevic (expresidente de Serbia juzgado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra) haber visto a "tiradores turísticos" con armas y vestimenta distintas al resto de los soldados serbios.
Según la denuncia, Jordan relató: "Vi en más de una ocasión a personas que no me parecían del lugar por su ropa, por las armas y por el modo en que eran tratados, guiados por personas locales (...) Cuando un tipo se presenta con un arma que parece más indicada para la caza del jabalí en la Selva Negra que para la guerra urbana en los Balcanes... Cuando lo veías moverse, se veía que era un novato".
El cónsul de Bosnia en Milán, Dag Dumrukcic, manifestó el respaldo del gobierno bosnio: "Estamos impacientes por descubrir la verdad de un asunto tan cruel y cerrar las cuentas con el pasado. Conozco algunas informaciones que aportaré a la investigación".
Esta no es la primera vez que surgen denuncias relacionadas con estos hechos. En 2023, el documental Sarajevo Safari del director esloveno Miran Zupanic recogió testimonios que señalaban a millonarios extranjeros como responsables de pagar por matar en el contexto del asedio. La Fiscalía de Bosnia archivó una investigación previa por la dificultad de recabar pruebas en un país aún marcado por la guerra, mientras que las autoridades serbias catalogaron los hechos como una "leyenda urbana".
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