El paro de estibadores sacude el comercio en EEUU y amenaza con disparar los precios

 04-10-2024
Axel Olivares
   
Portada | Internacional
Foto: Sergio F Cara (NotiPress)

Foto: Sergio F Cara (NotiPress)

La reciente huelga de la Asociación Internacional de Estibadores, la cual paralizó los puertos en toda la costa este de Estados Unidos, generó una amplia discusión sobre sus efectos económicos. Según Thomas DiLorenzo, presidente del Instituto Mises, esta acción sindical está produciendo una restricción significativa del comercio, lo cual genera consecuencias similares a las de los aranceles proteccionistas.

DiLorenzo señala que, aunque las huelgas de sindicatos como el de los estibadores no suelen verse como conspiraciones comerciales, en la práctica pueden tener efectos comparables. Al detenerse el flujo de bienes importados, la oferta disminuye, provocando un aumento de los precios. Este efecto es similar al causado por políticas proteccionistas que restringen el comercio internacional con la intención de proteger la producción nacional.

En este sentido, apunta contra la Ley Antimonopolio Sherman, que prohíbe las conspiraciones para restringir el comercio, no se aplica a los sindicatos, lo cual, según DiLorenzo, permitió que huelgas como la de los estibadores tengan un impacto económico masivo sin enfrentar repercusiones legales. El autor también critica el uso de las leyes antimonopolio en general, calificándolas como una herramienta utilizada por las empresas para atacar a competidores más eficientes a través de litigios, en lugar de competir en el mercado.

Los efectos de la huelga, argumenta DiLorenzo, son similares a los provocados por los aranceles proteccionistas. Si bien el objetivo de la huelga es negociar mejores salarios y evitar la automatización en los puertos, su efecto inmediato es la reducción de las importaciones y, en consecuencia, el aumento de los precios. Esta situación, según el autor, se asemeja a una conspiración para fijar precios, pero sin tal conspiración.

El director el instituto Mises también critica la postura de ciertos sectores a favor de las políticas proteccionistas de la administración de Donald Trump, pero que ven negativamente la huelga de los estibadores. Según DiLorenzo, estos sectores parecen ver como positivo el incremento de precios provocado por aranceles, pero no aceptan los aumentos derivados de la huelga, a pesar de que ambos tienen efectos similares en el mercado.

Por otro lado, compara la actual resistencia sindical a la automatización con el movimiento ludita del siglo XIX. En su opinión, al oponerse a la automatización, los sindicatos como el de los estibadores están defendiendo ideas obsoletas que, en última instancia, pueden perjudicar tanto a los trabajadores como a la industria. Menciona el caso de los trabajadores textiles británicos del siglo XIX que, al destruir maquinaria en protesta, no lograron impedir la automatización. A largo plazo, la reducción de costos permitió una expansión del mercado y más empleos en mejores condiciones.

Si bien no puede decirse que el sindicato de los estibadores sea una "herramienta corporativa", sostiene DiLorenzo, la huelga actual podría tener el efecto no intencionado de beneficiar a ciertas corporaciones a corto plazo debido al aumento de los precios. Asimismo, cuestiona la oposición a la automatización, señalando que las mejoras tecnológicas pueden generar un crecimiento económico que beneficie a todos los sectores.




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