Ciudad de México,
Martín Olivera
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Un reciente estudio publicado en Nature Cities revela un preocupante aumento en el número de hogares sin acceso a agua corriente en Estados Unidos desde 2008. Este fenómeno, llamado "pobreza de plomería", afecta tanto a grandes ciudades como Nueva York, Los Ángeles y San Francisco, y urbes emergentes como Phoenix, Houston y Atlanta.
El informe destaca que en 2021 más de 1,1 millones de personas vivían sin agua corriente en sus hogares, lo cual equivale a uno de cada 245 hogares. Según los autores, estas cifras podrían ser aún mayores debido a limitaciones en los métodos de recolección de datos utilizados en el censo de Estados Unidos.
"Es alarmante cómo muchas ciudades de Estados Unidos, incluidas aquellas consideradas ricas, albergan a más personas viviendo en extrema pobreza, sin acceso a agua corriente", afirmó la profesora Katie Meehan, investigadora principal del King’s College de Londres.El estudio revela que la crisis financiera de 2008 marcó un punto de inflexión en el acceso a servicios básicos como el agua corriente, especialmente en áreas urbanas. Antes de 1990, la mayoría de los afectados por esta forma de pobreza vivían en zonas rurales. Sin embargo, en 2021 el 71% de quienes enfrentan esta situación residían en áreas urbanas.
Nueva York lidera las estadísticas nacionales, con 56,900 personas afectadas, seguida de Los Ángeles con 45,900 y San Francisco con 24,400. Lucy Everitt, investigadora del King’s College de Londres, señaló: "La ciudad de Nueva York encabeza la lista de los 'peores infractores' en cuanto al número total de hogares en una zona metropolitana de EE. UU. sin agua corriente. A pesar de esto, la Junta de Agua municipal emitió más de 2400 avisos de corte de suministro solo en marzo de este año a propiedades atrasadas en sus pagos".
Además, el informe destaca cómo los altos costos de vivienda y servicios básicos obligaron a varias familias a mudarse a viviendas inadecuadas o a desconectarse del servicio de agua por falta de pago. Los investigadores identificaron casos en los que las familias no podían afrontar múltiples gastos, como vivienda y transporte, viéndose forzadas a priorizar otras necesidades básicas.
El Dr. Jason R. Jurjevich, de la Universidad de Arizona, explicó: "Nuestros resultados subrayan que el éxito en la reducción de la pobreza de plomería en determinadas ciudades de Estados Unidos durante los últimos veinte años es desigual, y los hogares de color suelen quedar rezagados".
Dicho estudio también analiza cómo la pobreza de plomería impacta directamente en la calidad de vida de las familias, limitando su acceso a condiciones de vida dignas y seguras. Además, señala que la falta de acceso al agua corriente plantea un desafío significativo para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.