Ciudad de México,
Patricia Manero
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Un nuevo estudio revela que las tormentas invernales, cruciales para el suministro de agua en el norte de India, están llegando más tarde en comparación con hace 70 años. Este cambio está exacerbando el riesgo de inundaciones catastróficas y reduciendo el suministro vital de agua para millones de personas.
Las tormentas ciclónicas, conocidas como perturbaciones occidentales, suelen traer fuertes nevadas al Himalaya de diciembre a marzo. Esta capa de nieve se derrite lentamente en primavera, proporcionando un suministro constante de agua de riego para el trigo y otros cultivos río abajo.
Según el estudio publicado en la revista Weather and Climate Dynamics, las perturbaciones occidentales se producen con mayor frecuencia durante el verano de India. En los últimos 70 años, la frecuencia de las tormentas ha aumentado en un 60% de abril a julio, reduciendo las nevadas y aumentando el riesgo de fuertes inundaciones.
El doctor Kieran Hunt, de la Universidad de Reading, autor del estudio, señaló, ahora es dos veces más probable que se produzcan tormentas fuertes en el norte de India en junio en comparación con hace 70 años. Estas tormentas tardías, las cuales llegan con un aire más cálido y húmedo, están arrojando fuertes lluvias en lugar de nieve, lo que aumenta el riesgo de inundaciones mortales.
Por esta parte, el equipo de investigación atribuye este cambio estacional a cambios en la corriente en chorro subtropical, una corriente de aire a gran altitud que dirige las perturbaciones occidentales. El rápido calentamiento de la meseta tibetana está creando un mayor contraste de temperatura con las áreas circundantes. Esto alimenta una corriente en chorro más fuerte que impulsa tormentas más frecuentes e intensas.
Asimismo, el calentamiento global está debilitando la diferencia de temperatura entre el ecuador y los polos que normalmente atrae la corriente en chorro hacia el norte en verano. Como resultado, la corriente en chorro persiste cada vez más en las latitudes del sur a finales de la primavera y el verano, lo cual permite que más tormentas azoten el norte de la India después de la temporada de nieve invernal.
Estas tormentas tardías, cada vez más frecuentes, llegan con el calor previo al monzón y provocan fuertes lluvias en lugar de nieve. Esto aumenta el riesgo de inundaciones devastadoras, según el estudio. Mientras tanto, las nevadas invernales están disminuyendo a medida que la región se calienta, lo que amenaza los suministros de agua de manantial.
Dicho cambio en el patrón de las tormentas representa una grave preocupación para los 750 millones de personas en las cuencas del Indo y del Alto Ganges que dependen de estas nieves invernales para abastecerse de agua. La pérdida de nieve invernal y las crecientes tormentas tardías que aumentan los riesgos de inundaciones son un doble golpe que subraya la necesidad urgente de responder a los impactos de gran alcance del cambio climático en esta sensible región.