Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es un movimiento espiritual fundado en 1992 en China por Li Hongzhi. Basado en los principios de verdad, compasión y tolerancia, combina ejercicios de meditación con un enfoque en la mejora moral y espiritual. Inspirado en antiguas prácticas de qigong, el Falun Gong atrajo a millones de practicantes en la década de 1990, convirtiéndose en una de las disciplinas más populares del país.
Li Hongzhi difundió inicialmente las enseñanzas del Falun Gong mediante conferencias por toda China, destacando que la práctica no solo mejora la salud, sino también el carácter moral. Sus textos, como Zhuan Falun, explican cómo los practicantes pueden alcanzar la iluminación al eliminar apegos terrenales y asumir el sufrimiento como una forma de purificación. Sin embargo, algunos elementos de sus enseñanzas generaron críticas, especialmente la idea de que la enfermedad puede ser superada sin tratamiento médico a través de la práctica espiritual.
Este rápido crecimiento del Falun Gong comenzó a preocupar al gobierno chino, especialmente después de una masiva concentración pacífica frente al liderazgo del Partido Comunista en Pekín en abril de 1999. Este acto, que involucró a más de 10,000 practicantes, fue visto como un desafío a la autoridad estatal. En julio de ese mismo año, las autoridades prohibieron el movimiento, calificándolo como una "secta maligna" y lanzaron una campaña nacional para suprimirlo.
Desde entonces, miles de practicantes fueron detenidos, enviados a campos de trabajo y sometidos a programas de reeducación. Organizaciones de derechos humanos denunciaron torturas, desapariciones forzadas y, en casos más graves, extracción de órganos. El gobierno chino niega estas acusaciones, aunque admite que en el pasado utilizó órganos de prisioneros ejecutados para trasplantes, práctica que afirma haber prohibido en 2015.
A pesar de la represión, el Falun Gong floreció fuera de China, con seguidores en más de 100 países. En el extranjero, el movimiento también amplió su alcance cultural, especialmente a través de Shen Yun, un espectáculo de danza y música que promueve valores tradicionales chinos vinculados a las enseñanzas del grupo. En Estados Unidos, el Departamento de Estado logró una condena para un ciudadano chino que reside en el país y buscaba silenciar a Falun Gong mediante sobornos.
No obstante, el Falun Gong no está exento de controversias. Críticos señalan elementos apocalípticos en las enseñanzas de Li Hongzhi, quien asegura que su práctica puede salvar a las personas durante el "fin de los tiempos". Además, algunos exmiembros denunciaron prácticas de manipulación emocional dentro del grupo.
Sigue siendo un tema sensible y polarizante el caso del Falun Gong. Mientras que defensores denuncian abusos sistemáticos contra los practicantes en China, el gobierno chino y otros sectores continúan rechazando las acusaciones, manteniendo la controversia en torno a este movimiento espiritual.