Ciudad de México,
Álvaro Sánchez
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A través de una videollamada, el presidente chino Xi Jinping se reunió con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen con el objetivo de renovar sus relaciones políticas y comerciales. En la reunión se tocaron todo tipo de temas y aunque ambas partes dieron distintas facetas, todo parece apuntar a relaciones más estables en la era post-covid.
Durante la reunión, Jinping aseguró China es "un socio, no un oponente de la Unión Europea" y resaltó, su gobierno seguirá trabajando en los acuerdos establecidos para ampliar la reapertura de sus relaciones comerciales. Esto supone para Europa una renovada serie de oportunidades de desarrollo económico.
Asimismo, Jinping aseguró, está dispuesto a reforzar la coordinación y cooperación con la UE en los principales asuntos internacionales y regionales. Por lo que, acentuar el diálogo y la colaboración para promover una comunidad de salud común para todos es su principal objetivo.
Por otra parte, los líderes europeos se preparan para comenzar un diálogo estratégico con China con el objetivo de ampliar estas promesas de una manera más formal y sincera. La UE se encuentra en disposición para aumentar su participación con el gobierno de Jinping en cuanto a investigación, desarrollo de vacunas y reactivación de labores se refiere.
De igual manera, se encuentran preparados para aumentar el comercio bilateral y crear más progreso en temas de contaminación ambiental, economía digital y otros ámbitos, por lo que se espera pronto habrá un acuerdo de inversión en China.
Sin embargo, si bien hay cierto entusiasmo por los nuevos tratos, tanto Michel como von der Leyen siguen presionando a China para estabilizar sus relaciones comerciales, pidiendo esta vez una relación equitativa y recíproca en acceso al mercado y control de subsidios.
El año anterior, el 9 de abril de 2019, este evento se realizó en un ambiente un tanto hostil después de que la UE calificara a China como un "rival estratégico". Ahora el contexto fue mejor y el diálogo se llevó a cabo al mismo tiempo que los europeos comienzan a implementar medidas para moderar las ambiciones comerciales de China.
"No es una relación fácil, pero estamos trabajando en ello", declaró von der Leyen, en una conferencia de prensa posterior a la reunión, "necesitamos hacer progresos. Para esto la cumbre era sólo un punto de partida. Progresar implica cooperar, reciprocidad y confianza". El mensaje parece claro, si el gobierno de Jinping desear continuar con los vínculos con los socios europeos las relaciones deberán cambiar y ahora estarán basadas en acuerdos recíprocos.
Ambos bandos reconocen, necesitan trabajar juntos para progresar económica y políticamente, no obstante, los europeos se ven en problemas cuando el gobierno chino revela sus intenciones y pone a la UE entre dilemas políticos, por ejemplo la ley de seguridad nacional en Hong Kong, que los europeos reprueban por ser un deterioro de los derechos humanos, pero se ven en la necesidad de respetarla debido a los intereses comerciales.
Claramente, la Unión Europea espera establecer una relación con China diferente a la que tiene con el gobierno de Estados Unidos, empero, no pueden ser laxos con el gobierno de Jinping. A pesar de las distintas posturas, de momento la tensión ha disminuido y todo asegura habrá relaciones más estables entre China y UE en la era post-Covid debido a que los líderes europeos reconocieron los avances alcanzados con China en la negociación de acuerdo de inversiones.