Ciudad de México,
Ali Figueroa
Crédito foto: AP Photo/Sakchai Lalit
El golpe de estado ocurrido en Birmania, donde los dirigentes de la Liga Nacional para la Democracia (NLD) fueron detenidos por fuerzas militares Tatmadaw, ha generado rechazo internacional generalizado. Entre las personas detenidas se encuentran Aung San Suu Kyi, consejera estatal y Premio Nobel de la Paz, y el presidente Win Myint.
Organizaciones y fundaciones internacionales reprobaron el trato hacia el pueblo Karen, debido al fuego cruzado y retiro de apoyos a los grupos refugiados. La Unión Nacional Karen (KNU), uno de los grupos étnicos rebeldes más antiguos de Birmania, reportó que miles de sus integrantes perdieron apoyo y fueron desplazados como consecuencia del golpe de estado. KNU indicó, es el incidente más importante desde el acuerdo de cese al fuego (NCA, por sus siglas en inglés) entre su grupo y las fuerzas militares de Birmania en 2015.
Por su parte, la situación con otros grupo étnicos vulnerables ha generado tensiones entre las autoridades de Birmania y sus fronteras con India y Bangladesh. En el caso del pueblo Rohinyás, diversas organizaciones especializadas en derechos humanos reportaron, los medios oficiales guardan silencio con respecto a la situación de sus refugiados y desplazados por los conflictos armados. Los Rohinyás son un pueblo musulmán no reconocido por el gobierno de Birmania; han sufrido décadas de opresión y persecución, por lo que sus refugiados acuden principalmente a Bangladesh.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, advirtió que incrementará las sanciones en Birmania como consecuencia del golpe de estado. Según el mandatario estadounidense, tanto el partido demócrata como los republicanos se sumaron a esta iniciativa de sanción frente a la presunta detención domiciliaria de Aung San Suu Kyi.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) indicó, el golpe de estado y trato al pueblo Karen representa una violación de los derechos humanos. De acuerdo con sus especialistas en la cumbre de Ginebra, hay una condena unilateral hacia los hechos cometidos por las fuerzas militares Tatmadaw. "Solicitamos la inmediata e incondicional liberación de los detenidos, así como el restablecimiento de las comunicaciones con autoridades y civiles", comentó Tom Andrews, enviado especial de derechos humanos por la ONU.
Frente a la detención de los dirigentes de NLD, la ONU y el gobierno de Estados Unidos solicitaron una respuesta pronta por parte de las fuerzas militares Tatmadaw para restablecer comunicaciones en Birmania. Asimismo, el desplazamiento de grupos Karen y Rohinyás ha puesto nuevamente el problema de segregación que viven millones de personas en grupos étnicos considerados minorías dentro de este territorio.