Ciudad de México,
Ali Figueroa
Crédito foto: BRICS
En el mapa económico de rivalidad entre Estados Unidos y el BRICS, la sede G20 en Sudáfrica representó una oportunidad de posicionamiento sostenible para el bloque multipolar. Tras la celebración de la Cumbre de la Moda BRICS el pasado 28 de agosto, la influencia de los países africanos en la industria de la moda podría cobrar relevancia sobre las tendencias de sostenibilidad globales.
De acuerdo con estimaciones de las Naciones Unidas, la producción de una pieza de pantalones de mezclilla requiere una cantidad de agua equivalente a la que una persona bebe en 7 años, o alrededor de 7 mil 500 litros. Frente a la elevada utilización de materiales, recursos naturales, y emisiones contaminantes, la sostenibilidad en la industria de la moda forma parte de los intereses económicos y políticos internacionales.
Sin embargo, lograr la sostenibilidad requiere el cuidado de factores sociales y culturales, donde la ética sobre las maquilas y la explotación de materiales en países con comunidades vulnerables es objeto de denuncia por organizaciones internacionales. Según Amnistía Internacional, el personal de confección de las comunidades donde manufacturan las grandes marcas deben contar con condiciones dignas, tanto de trabajo como de expresión.
Respecto al impacto cultural de la moda, los textiles artesanales se encuentran en la mira del BRICS luego de la celebración del G20 el pasado 22 de noviembre. Aunado a los objetivos de desarrollo sostenible en materia de energía y minerales, los países de esta coalición ofrecieron una plataforma para las expresiones culturales de la ropa africana.
Durante la cumbre de moda de agosto en Moscú, las autoridades del bloque multipolar resaltaron las expresión de la cultura africana a través de su confección. Con este acto económico y simbólico, las naciones encabezadas por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, mandaron un mensaje de acercamiento del sur global a la industria.
Por su parte, la convergencia de los métodos artesanales de confección y las nuevas tecnologías representan una oportunidad de expansión para la industria de la moda bajo los exponentes y aliados del BRICS. Según Stephen Manzini, empresario sudafricano, el talento local africano tiene la oportunidad de mostrar al mundo que las cadenas de producción textil pueden dar un valor sostenible. Asimismo, el vocero del bloque multipolar añadió que esta acción responde a los espacios de exhibición de la industria textil tienden opacados por las grandes capitales de la moda.