Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: X @WhiteHouse
El Tesla Model S Plaid, considerado uno de los vehículos eléctricos más innovadores del mercado, acumuló 37 llamados a revisión debido a problemas de seguridad que afectan su confiabilidad. A esto se suma una disminución en las ventas globales de la compañía, impactada por boicots y críticas. La reciente compra de este modelo por parte de Donald Trump, en un aparente gesto de apoyo a Elon Musk, generó aún más controversia en torno a la marca.
Desde su lanzamiento, el Model S Plaid fue objeto de múltiples llamados a revisión debido a defectos que podrían comprometer la seguridad de los conductores. Entre los problemas más destacados se encuentran:
Estos fallos llevaron a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) a exigir reiteradas revisiones a Tesla. Los expertos en seguridad automotriz quieren evaluar los riesgos de estos problemas no resueltos.
Tesla, que alguna vez fue sinónimo de innovación y liderazgo en la industria de autos eléctricos, enfrenta actualmente una crisis de imagen. En los últimos meses, la empresa experimentó una caída en ventas en Europa y Australia, mientras que en el Reino Unido logró un crecimiento del 20%.
Las razones detrás de este descenso incluyen:
En este contexto, Donald Trump adquirió un Tesla Model S Plaid por $90,000, a pesar de su historial de problemas. Durante el evento en la Casa Blanca, el presidente elogió el vehículo y mostró su respaldo a Musk, quien es también el jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Sin embargo, Trump no podrá conducir el Tesla debido a las restricciones de seguridad impuestas a los presidentes en funciones, que les prohíben manejar en vías públicas.
Aunque Tesla sigue siendo un referente en la industria de vehículos eléctricos, los problemas de calidad y la caída en ventas plantean dudas sobre su futuro. Si bien la compra de Trump es una estrategia para fortalecer la imagen de la marca, también es una de las causas por las cuales la marca ha caído internacionalmente. Por otro lado, a medida que más fabricantes entran al mercado de autos eléctricos, Tesla enfrenta el desafío de recuperar la confianza de los consumidores y resolver los problemas de seguridad que afectaron su reputación.