Ciudad de México ,
Andrés Zimbrón
Crédito foto: Pixabay
Wuhan, la extensa capital de la provincia de Hubei, China mantuvo en total aislamiento a los ciudadanos de la ciudad con mayor número de casos confirmados de coronavirus en todo el mundo. La propagación del virus comenzó el 31 de diciembre de 2019 y la ciudad fue cerrada el 23 de enero de 2020. Ahora, después de más de 70 días de aislamiento, por primera vez no se ha registrado ningún contagio local durante cinco días consecutivos.
Un estudio publicado en la revista Science destacó que tener en confinamiento obligatorio a la población es efectivo. Las medidas sanitarias impuestas por el gobierno de China permitieron una drástica caída de casos de coronavirus en el país. Asimismo, el estudio resaltó la efectividad de las medidas de cierre de fronteras y la sana distancia para frenar la propagación del virus.
Restringir la movilidad de las personas en Wuhan fue más eficaz al comienzo de la epidemia, justo cuando la infección local aún no se había establecido totalmente. Después de la primer etapa, lo propio es promover un distanciamiento social. Esta medida solo es efectiva cuando se suman medidas de aislamiento domiciliario, de lo contrario no funcionará si en algunos sitios de los países se mantienen actividades con gran afluencia de gente.
A pesar de ello, el temor se mantiene latente; la ciudad se levanta de forma paulatina y el riesgo de propagar por segunda vez la epidemia no está descartada, debido al creciente número de casos confirmados del virus en otros lugares de China, como la capital Beijing o Shanghái y el aumento de contagios de COVID-19 en Europa, Medio Oriente y América Latina, regiones que mantienen las estrictas medidas de contingencia sanitarias.
La provincia conocida como "la fábrica del mundo" logró tener un respiro gracias al aislamiento social durante poco más de dos meses y medio, pero todavía se mantienen algunos lineamientos al momento de ingresar a la ciudad. La semana pasada la red de transporte de trenes reanudó, así como la circulación en las principales calles; no obstante, al dejar la estación, todos los viajeros, sin excepción alguna, deben proporcionar su información personal de los lugares que visitó con anterioridad, también se les toma la temperatura.
Por otra parte, las personas que afirman haber estado en el extranjero, se les envía a otra zona de restringida, un hotel cerrado temporalmente, donde estaban albergados los casos sospechosos de COVID-19. Ahí, el personal calificado con traje de protección integral supervisa cada caso minuciosamente. La gente debe presentar un certificado oficial donde confirmen haber estado en cuarentena.
El miedo es latente, y ahora las fuerzas del gobierno chino se concentran en la amenaza de un nuevo brote proveniente del extranjero. La decisión de levantar la cuarentena muestra la aparente confianza de las autoridades y el éxito de las drásticas medidas sanitarias en gran parte de China. A partir del 8 de abril los ciudadanos de Wuhan recibirán un código QR de color verde, el cual representa que la persona no ha tenido contacto con ningún contagiado ni es sospechoso de transmitir el coronavirus.