Tras ser prohibido, Lora DiCarlo regresa al CES 2020 con nuevos juguetes sexuales

 05-01-2020
Sergio F Cara
   
Portada | Internacional
Foto: Lora DiCarlo

Foto: Lora DiCarlo

Durante 2019, CES prohibió a Lora DiCarlo, una startup con tecnología sexual. La Asociación de Tecnología del Consumidor (CTA), organizador de CES desde 1967, revocó un premio por considerarlo no apropiado para la feria. Al respecto, en su edición 52, Sarah Brown dijo en un comunicado, "Vela [el nombre del producto] no encaja en ninguna de nuestras categorías de productos existentes y no debería haber sido aceptado para el Programa de Premios a la Innovación". Ahora el organizador planea realizar una prueba de esta categoría de productos durante un año.

Esta compañía desarrolló un dispositivo manos libres que utiliza biomimética y robótica para ayudar a las mujeres a lograr un orgasmo combinado estimulando simultáneamente el punto G y el clítoris. En mayo de 2019, la CTA volvió a premiar a la empresa y se disculpó por segunda vez.

Lora Haddock , fundadora y directora ejecutiva de la startup Lora Dicarlo dijo en 2019 a Techcrunch, la situación había beneficiado a la firma en términos de conciencia. Ese desaire generó publicidad sin costo y durante el lanzamiento, la startup vendió 1.5 millones de dólares en sus primeros 36 horas de lanzamiento. En 2019 facturó 3 millones de dólares.

Asimismo, la directora ejecutiva ilustró, después de aprender más sobre los productos y su misión como empresa de tecnología sexual, "las personas se han dado cuenta de que el bienestar sexual es una parte importante del bienestar general". La firma pretende convertirse en agentes del cambio para contribuir en la forma en que la gente piensa sobre la tecnología sexual. Haddock aclara, "no se trata de la tecnología. No se trata del orgasmo. Se trata de cómo las experiencias mejoradas por la tecnología pueden conducir a una mayor sensación de bienestar, incluida la mejora del sueño, la reducción del estrés y un mejor estado de ánimo".

CES se jugó su reputación al descalificar a los productos de tecnología sexual y el tema no fue positivo. Al contrario de la opinión de la CTA en 2019, el público hizo su reclamo para que este tipo de productos fueran aceptados en la exposición. La presión se hizo tan grande que el organizador de la mayor feria tecnológica abrió al público en general una nueva sección dentro de salud y bienestar. Parte del logro lo tiene Lora DiCarlo, por la controversia generada en la edición de 2019.




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