
Foto: Destination Uganda
Como parte de una lista que cada vez se hace más larga, Uganda se sumó junto a otros países africanos a ser parte del acuerdo con Estados Unidos para acoger migrantes rechazados en su territorio. La medida, confirmada el 21 de agosto de 2025, refleja cómo gobiernos de África oriental y meridional están asumiendo un papel inesperado en la gestión migratoria internacional.
El secretario permanente de Relaciones Exteriores ugandés, Vincent Bagiire, informó mediante un comunicado que el convenio incluye a ciudadanos de terceros países sin posibilidad de permanecer en Estados Unidos y con dudas sobre regresar a sus lugares de origen. "No se aceptarán personas con antecedentes penales ni menores no acompañados", señaló al explicar los límites establecidos.
Lo llamativo es que un día antes del anuncio, el Gobierno ugandés negó la existencia de ese pacto. Sin embargo, se terminó validando el entendimiento. Bagiire agregó que aún se revisan detalles administrativos, pero consideró cerrado el acuerdo principal, además de destacar la preferencia por recibir solicitantes procedentes de África.
Igualmente, el ministro de Relaciones Internacionales del país africano, Henry Okello Oryem, declaró a la agencia Associated Press que la disposición de su país enfrenta cuestionamientos. "Hablamos de carteles, gente que no los quiere su país. ¿Cómo podrían integrarse en Uganda?", planteó al referirse a los desafíos asociados a ciertos perfiles.
Desde el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, las políticas migratorias de Estados Unidos han extendido una gran red de tratados con varios países para acoger a los migrantes que son deportados en suelo estadounidense. Si bien los principales destinos se ubican en Latinoamérica, que es el origen de gran parte de esa masa migratoria, la administración Trump se ha extendido hasta África en donde se han aceptado los acuerdos sin demasiados problemas.
Aun así, los tratados no estuvieron excentos de polémicas por el hecho de que la mayoría de esos migrantes no son oriundos de esos países, así como también se cuestionó el contexto al que eran enviados los migrantes, marcado por guerras civiles, hambrunas y violencia.
Entre los primeros países africanos que accedieron a recibir migrantes se encuentra Sudán del Sur, Ruanda y Esuatini. A inicios de agosto, autoridades de Kigali comunicaron la intención de recibir hasta 250 migrantes provenientes de Estados Unidos, aunque Washington aún no confirmó oficialmente ese anuncio.
La participación africana en este tipo de convenios no se limita a la dimensión humanitaria. También implica consecuencias internas relacionadas con integración social, capacidad de acogida y seguridad.
Estos acuerdos sitúan a África oriental y meridional en una posición inédita, actuando como aliados estratégicos para gestionar personas en tránsito internacional. Cada país define criterios propios, aunque el elemento común radica en recibir individuos rechazados por Estados Unidos y, en esa dinámica, Uganda se suma a otros países en un rol compartido dentro de la gestión migratoria internacional.
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