Difundían mensajes supremacistas vía Telegram, ahora podrían enfrentar cargos por 220 años

 10-09-2024
Francisco Vicario
   
Portada | Internacional
Foto: Alan Cortés (NotiPress)

Foto: Alan Cortés (NotiPress)

El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció que Dallas Humber, de 34 años, de Elk Grove, California, y Matthew Allison, de 37 años, de Boise, Idaho, ambos líderes del grupo terrorista transnacional Terrorgram Collective, fueron acusados de 15 cargos relacionados con crímenes de odio, conspiración para cometer asesinatos de funcionarios federales y brindar apoyo material a terroristas. Los acusados fueron arrestados por las autoridades. Utilizaban Telegram para difundir ideologías supremacistas, entre otras.

Según la acusación presentada, Humber y Allison lideraban un colectivo que promueve una ideología supremacista blanca violenta a través de la plataforma Telegram. La red de mensajería fue utilizada por el grupo para incitar crímenes de odio y actos de terrorismo, apuntando a objetivos específicos, incluidos funcionarios gubernamentales, personas de diversas razas, religiones y orientaciones sexuales.

Merrick B. Garland, fiscal general, declaró: "Los arrestos de hoy son una advertencia de que cometer crímenes motivados por el odio en los rincones más oscuros de Internet no los ocultará". El Departamento de Justicia afirmó que estos individuos utilizaron la plataforma digital para difundir su ideología y proporcionar instrucciones detalladas para llevar a cabo ataques, con el objetivo de desestabilizar al gobierno estadounidense.

La investigación liderada por el FBI y otras agencias reveló que el colectivo Terrorgram promovía la supremacía blanca aceleracionista, ideología que busca provocar una guerra racial a través de actos violentos. Entre los planes incitados por Humber y Allison se incluían ataques a infraestructuras gubernamentales y asesinatos de políticos y otros "objetivos de alto valor".

Los cargos presentados contra los acusados incluyen la solicitud de crímenes de odio, asesinato de funcionarios federales, distribución de instrucciones para fabricar explosivos y conspiración para apoyar a terroristas. Si son declarados culpables, enfrentan una sentencia máxima de hasta 220 años de prisión cada uno, refirió en un comunicado el Departamento de Justicia. Las autoridades continúan investigando el caso y coordinando esfuerzos con diversas agencias a nivel nacional e internacional.




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