Caída operativa de Volkswagen por aranceles de EE.UU. y ajustes en su marca de lujo

Volkswagen enfrenta uno de sus trimestres más difíciles en años. Combinación de aranceles impuestos por Estados Unidos y un costoso giro estratégico en su marca de lujo Porsche le costó al gigante automotriz europeo 5,800 millones de dólares en pérdidas este 2025. El impacto no solo afecta sus finanzas: pone en duda decisiones clave, acelera la presión sobre su liderazgo y deja abiertas preguntas sobre el futuro de su producción global. Aun con cifras en rojo, la compañía intenta contener el daño y mantener el rumbo en medio de un escenario internacional cada vez más incierto.

Un golpe más significativo provino de un cargo de 4,700 millones de euros relacionado con el cambio de enfoque de Porsche respecto a los vehículos eléctricos, anunciado en septiembre. Paralelamente, la imposición de aranceles desde Estados Unidos y la posible caída en las ventas representan una carga adicional para el grupo, que enfrenta crecientes presiones internas y externas.

El director financiero de Volkswagen, Arno Antlitz, precisó que aproximadamente 4,000 millones de euros de costos arancelarios eran directos, mientras que el resto correspondía a pérdida de márgenes vinculada a contramedidas. La compañía considera estrategias: reducir gastos o trasladar parte de producción a territorio estadounidense, y se espera una decisión sobre la instalación de una planta para Audi antes de fin de año.

Las acciones del grupo automotor llegaron a subir hasta un 2% durante la jornada tras el reporte, pero cerraron con una caída del 1.1%. Las pérdidas contrastan con los 2,800 millones de euros de beneficio operativo registrados en el periodo de 2024, aunque menores a los 1,700 millones de euros pronosticados por analistas de Visible Alpha.

En paralelo, Porsche, controlada en un 75.4% por Volkswagen, también enfrentó fuertes pérdidas tras decidir retrasar el lanzamiento de sus modelos eléctricos. La medida busca recuperar parte de su base de consumidores mediante híbridos y vehículos con motor de combustión. La decisión impactó en la continuidad de Oliver Blume como director ejecutivo, quien dejará la dirección de Porsche a inicios de 2026. Su reemplazo será Michael Leiters, exdirector de McLaren.

Dicha compañía mantuvo sus previsiones anuales, pero condicionó su cumplimiento a la disponibilidad de suministro de chips, señalando un nuevo frente de vulnerabilidad. Antlitz advirtió que se está trabajando "día a día y semana a semana" para evitar interrupciones, en medio de un conflicto comercial con la fabricante holandesa de chips Nexperia que podría afectar la producción en toda la industria.