Ciudad de México,
Juan Manuel Flores
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Aunque las pilas y batería son clave en el proceso de transición hacia medios de transporte sin emisiones de carbono, desde su producción hasta el final de su vida útil tienen diversas consecuencias adversas para el ambiente. Entre ellas, la liberación de sustancias tóxicas como cadmio y mercurio, desperdicio de recursos, cobalto, níquel y otros, además de ocasionar una alta emisión de gases de efecto invernadero durante su fabricación. Ante esto, la empresa Stellantis implementó medidas para recuperar el cobalto, níquel y litio de las baterías y de esta forma reciclarlas.
Como consecuencia de lo anterior, el Consejo Europeo emitió en 2023 un nuevo reglamento relativo a las pilas y sus residuos. Este busca promover una economía circular mediante la regulación de las pilas y baterías, estableciendo así, requisitos para los productores de las mismas. Algunos de ellos son obligaciones sobre recolección de residuos y baterías portátiles, recuperación de materiales como cobalto, níquel y litio, y niveles mínimos obligatorios de contenido en baterías nuevas.
Respecto a esto, empresas como Stellantis, fabricante de vehículos, han comenzado a adoptar medidas para reciclar baterías y otros componentes. Con ello, buscan respaldar la cadena de valor de baterías y garantizar el acceso a materias primas necesarias para la electrificación y transición energética. El 24 de octubre de 2023, Stellantis firmó un acuerdo con Orano, empresa dedicada a la investigación de reciclaje de combustible nuclear.
De acuerdo con un comunicado de Stellantis, el convenio capitaliza la innovadora tecnología baja en carbono de Orano. La cual rompe con los procesos existentes, permitiendo la recuperación de todos los materiales de las baterías de iones de litio y la fabricación de nuevos materiales catódicos.
Cabe mencionar, en mayo de 2023, Orano informó que construiría una planta para la recuperación y producción de materiales catódicos para baterías. Misma que se ubicará en un sitio industrial de Dunkerke, Francia. A su vez, informaron sobre la construcción de un centro de Investigaciones de Desarrollo para diseño de productos automotrices. En ese momento, el proyecto de reciclaje se basaba en un proceso desarrollado por su Centro de Innovación en Metalurgia Extractiva. Sin embargo, no se han reportado actualizaciones sobre el estatus del desarrollo de la planta ni el centro de investigación.
Dicho piloto permitía mejorar la purificación y recuperación de materiales contenidos en baterías mediante un proceso de refinación hidrometalúrgica. Este método es capaz de extraer hasta el 90% de litio, cobalto y níquel de un material conocido como "masa negra o masa activa" el cual se produce mediante la fundición de diversos componentes de baterías cuya vida útil concluyó. Si bien, el comunicado de Stellantis no describe minuciosamente el proceso, establece que la compañía producirá la masa negra para que sea refinada por Orano.
Mediante este proceso, el fabricante de vehículos busca cumplir con el 63% de recolección de residuos y el 50% de recuperación de litio, establecido por el Consejo Europeo. A su vez, con los materiales recolectados se apegarían al 16% de cobalto, y al 6% de plomo, litio y níquel, que debe provenir de procesos de reciclaje para la fabricación de nuevas baterías.