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Científicos del Instituto Politécnico Worcester a cargo de Yan Wang, ingeniero mecánico, realizaron experimentos para construir baterías con minerales reciclados, con objeto de mejorar su desempeño frente a los reciclajes tradicionales. Los resultados publicados en la revista Joule indicaron, la recuperación de cátodos con ciertos minerales ofrecieron mejores resultados al ser insertados en nuevas celdas de litio. La combinación de níquel, manganeso y cobalto contenidos en esa pieza de las baterías ofrecieron una duración de carga 53% mayor que los cátodos con minerales sin uso, indicó Wang.
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), el reciclaje de baterías de litio ha incrementado gracias a la concientización sobre sus riesgos ambientales y control de desechos. Tan solo en territorio estadounidense la cantidad de unidades recicladas aumentó 32% durante el primer año de la crisis sanitaria, informó un documento de la agencia. Por su parte la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno de México comentó, el acopio de pilas en 2020 fue de 76.6 toneladas por cada mil 71 desechadas; mientras en 2021 la cifra de reciclaje se encuentra en 14.9 toneladas. El comunicado de este organismo informó, luego del acopio se trasladan a la planta de reciclaje en Irapuato, Guanajuato, donde además del litio se recuperan níquel y zinc.
Con motivo de mejorar el proceso de reciclaje, los especialistas a cargo del ingeniero mecánico se enfocaron en recuperar materiales contenidos en los cátodos de las baterías. Luego de procesos de calentamiento, carga y modificación de las celdas, encontraron que al insertar los cátodos usados en baterías nuevas se generaron más ciclos de uso y corriente eléctrica. Ello se debe a la porosidad de los metales cuando se someten al segundo uso, donde alcanzaron hasta 11 mil 600 ciclos antes del 70% de su capacidad. Gracias a este descubrimiento se podrían ahorrar aproximadamente 30 mil toneladas de baterías al año, agregó Wang.
Ante las afectaciones en la cadena de suministros, derivadas de la crisis sanitaria por la Covid-19, el reciclaje de baterías cobra importancia para mitigar la escasez de electrónicos que afecta al mundo. El litio se mantiene como un recurso clave en la nueva normalidad, y existe una tendencia en el desarrollo de tecnologías alternativas para disminuir sus desperdicios. Junto con la iniciativa de Worcester, la tecnología para convertir desechos orgánicos en baterías por parte de Virginia Tech se mantiene como un participante importante para cubrir la demanda de baterías mientras cuidan las dificultades de sostenibilidad.
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