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Hablar de vehículos autónomos ha dejado de ser una idea basada en la ciencia ficción y ahora es parte de un debate real en la industria automotriz sobre su crecimiento. Cada vez más se ven circular vehículos con sistemas operativos de conducción autónoma, una tecnología que ha venido a romper con el paradigma respecto a la conducción autónoma puede ser insegura.
Grandes compañías como Tesla o su rival asiático Xpeng y recientemente Nissan y BMW están comenzando a invertir más en investigación y desarrollo sobre los sistemas autónomos de conducción. Hoy en día los vehículos autónomos permiten trazar rutas e itinerarios en su sistema con información recopilada previamente por el programa.
No exigen mayor esfuerzo humano, solo basta seleccionar un destino y son capaces de percibir el entorno mediante sistemas complejos de radares, sensores de movimiento, GPS, entre otras tecnologías. El futuro de los coches autónomos puede estar perfilándose a un mercado mucho más especializado, por ejemplo, las empresas.
Amazon se encamina hacia un futuro sin repartidores con la adquisición de la compañía de vehículos autónomos Zoox, en junio de 2020. Se trata de la mayor inversión que ha hecho hasta el momento la empresa de Jeff Bezos y con ello, espera reducir los gastos en personal de reparto y logística.
Zoox es una empresa con sede en Foster City, California, Estados Unidos y comenzó a operar en 2014. Desde entonces, el desarrollo de software y vehículos autónomos están centrados en ofrecer un servicio de taxis sin conductores. Pero con la adquisición de Amazon por más de mil 200 millones de dólares empezará a desarrollar también unidades para distribuir paquetes de forma autónoma.
Google emplea su propio vehículo de conducción autónoma dirigido por un ordenador, el cual cuenta con la ayuda de sensores laser que ofrecen una visión periférica de 360 grados alrededor del coche. No necesita volantes, pedales y tampoco empleados para capturar información que va directo a Google Maps. De igual manera, la empresa de la gran G ve hacia el futuro con un piloto taxi llamado Waymo, una compañía filial de Alphabet Inc. La empresa se dedica al desarrollo de vehículos autónomos y finalmente el pasado 8 de octubre lanzó al público su línea de taxis autónomos en Phoenix, Arizona, Estados Unidos.
Aunque la conducción autónoma también tiene aplicaciones en la conducción de coches comerciales tales como los fabricados por Tesla y recientemente Xpeng. BMW se asoció con Intel, Mobileye y Continental con el objetivo de lanzar sus coches de nivel cuatro antes del último trimestre de 2021. La firma alemana puso al mando del proyecto más de 600 personas para el proyecto, además de un gran centro de trabajo en Alemania.
Sin embargo, los automóviles que se conducen solos también han sido un riesgo, generando que las empresas encargadas en desarrollar software de conducción autónoma se planteen de nueva cuenta los sistemas de seguridad.
El vehículo autónomo parece no tener marcha atrás, por dos principales motivos, primero, su funcionamiento basado en reglamentos de conducción, lo que impide la evasión y leyes de tránsito. Segundo, los errores o distracciones humanas que están presentes en más del 80 por ciento de los accidentes de tránsito, según datos de la Comisión Europea del Automóvil.
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