Ciudad de México,
Patricia Manero
Crédito foto: Twitter @rnconsulting_es
Luca de Meo, nuevo director general y presidente de Renault, enfrenta grandes retos en su gestión después de que las ventas del grupo francés cayeran un 3,4 por ciento en 2019. Asimismo, buscará ser cabecilla en la alianza con el grupo Nissan, a pesar de la imposición del Consejo de Administración de continuar con el equipo actual.
En este sentido, el Consejo de Administración de Renault nombró como presidente de la firma francesa a Luca de Meo el 28 de enero de 2020; no obstante, el puesto sólo podrá ser efectivo a partir del 1 de julio del mismo año, debido a una cláusula de confidencialidad que el directivo italiano firmó con Volkswagen, por lo tanto, su margen de maniobra se acortará medio año y enfrentará desafíos a corto, mediano y largo plazo.
Hasta ahora, de Meo se ha centrado en problemas de mercado, es decir, en buscar superar las ventas de 2019 y recuperar ganancias. Por otro lado, el escándalo Ghosn generó que el grupo Renault tuviera que reestructurar su gestión, pues el juicio contra el expresidente de Nissan arrastró a Thierry Bolloré, CEO de la empresa y consejero delegado, quien abandonó la empresa el 11 de octubre de 2019. Asimismo, Clotilde Delbos, actual directora general interina, seguirá sus funciones hasta la toma de posesión del cargo de Luca de Meo el 1 de julio de 2020.
De Meo cuenta con el apoyo de los principales accionistas de la firma, como el gobierno francés, el grupo Nissan y Jean-Dominique Senard, presidente del Consejo de Administración y la alianza Renault-Nissan, con un 15 por ciento de capital cada uno. En este sentido, el directivo italiano buscará recomponer las relaciones con Nissan después de adquirir el 42 por ciento de su capital para rescatar a la firma automotriz japonesa de la quiebra y de la inyección de 3 mil 500 millones de beneficios a las arcas de Renault en 2018 por parte de la firma nipona.
La alianza entre Renault y Nissan aporta a ambas firmas oportunidades industriales, comerciales y de inversiones de investigación, necesarias para entrar a la tendencia de la electrificación y conducción autónoma. Bajo este contexto, la nueva norma de emisiones impuesta por Bruselas es el primer reto al que se enfrentará el italiano, ya que la firma francesa aún no logra la media requerida de 95 gramos de CO2 por kilómetro.
No obstante, Renault se encuentra entre los pioneros en la tendencia de la electrificación con sus modelos de primera generación dentro del mercado, como ZOE, el cuadriciclo Twizy y las versiones eléctricas de Kangoo y Master. Dentro del continente europeo, la firma se posiciona en el tercer puesto en el mercado de vehículos eléctricos, sólo detrás de Tesla y BMW.
Será necesaria la experiencia del italiano Luca de Meo en función de reactivar las ganancias de Renault y superar los desafíos que dejó el 2019 para la alianza Renault-Nissan. Electrificación, mercado y recomponer la relación con la firma japonesa serán sus prioridades para su gestión.