Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: Gustavo Torres (NotiPress)
En medio de un juego de alianzas para mantenerse a flote en el mercado, Nissan Motor y Honda Motor anunciaron el inicio de negociaciones para una fusión estratégica, cuyo cierre está previsto para junio de 2025. Este ambicioso acuerdo busca posicionar a la nueva entidad como el tercer mayor fabricante automotriz del mundo, detrás de Toyota y Volkswagen en términos de volumen de ventas. Según los directivos, la salida a bolsa de la compañía fusionada podría realizarse en agosto de 2026.
Ambas firmas lo anunciaron en Tokio durante una conferencia conjunta, en la que Makoto Uchida, presidente y CEO de Nissan, señaló que la fusión busca "combinar fortalezas y reducir debilidades" mediante la integración operativa. Toshihiro Mibe, presidente de Honda, destacó que la electrificación y las tecnologías inteligentes serán claves para mantenerse competitivos en un mercado automotriz global en constante cambio.
Las compañías proyectan generar sinergias valoradas inicialmente en 1 billón de yenes (6.000 millones de euros), con proyecciones que podrían alcanzar hasta 3 billones de yenes (18.000 millones de euros) a largo plazo. Estas sinergias permitirán optimizar la cadena de valor, reducir costos y acelerar el desarrollo de tecnologías avanzadas, especialmente en vehículos eléctricos.
Si bien las marcas seguirán operando de manera independiente, la estructura inicial será liderada por Honda. A su vez, Mitsubishi Motors, de la cual Nissan posee el 34%, está evaluando unirse a la alianza. La empresa tomará una decisión antes de enero de 2024, lo que podría fortalecer aún más la competitividad de la fusión.
Dentro de un contexto marcado por la electrificación y el desarrollo de tecnologías inteligentes. Mibe describió esta transformación como "un cambio que ocurre una vez por siglo". En este sentido, la unión entre Nissan y Honda busca no solo reducir costos, sino también competir con actores emergentes como Tesla y BYD, que revolucionaron el mercado con sus modelos eléctricos.
La fusión también refleja una tendencia hacia alianzas estratégicas en la industria automotriz japonesa, con el objetivo de mantener la relevancia global frente a la creciente competencia internacional. De concretarse, la industria automotriz japonesa quedaría dividida en dos grandes bloques: la nueva entidad de Nissan y Honda, y el conglomerado liderado por Toyota.
Según fuentes internas, la negociación se habría acelerado debido al interés de Foxconn, el gigante taiwanés de tecnología conocido por fabricar dispositivos electrónicos como el iPhone. Foxconn habría mostrado interés en adquirir parte de Nissan, principalmente para aprovechar sus capacidades en el desarrollo de vehículos eléctricos.
Carlos Ghosn, expresidente de Nissan y actualmente prófugo en Líbano, criticó la posible fusión. El empresario brasilero argumentó que no hay suficientes complementariedades entre ambas compañías para justificar una alianza efectiva.
Durante los últimos meses, Nissan y Honda exploraron algunas colaboraciones en la producción de componentes y software para vehículos eléctricos, un área que será clave en su estrategia conjunta. Luego, Mitsubishi se unió a las conversaciones, lo que representa una de las colaboraciones más importantes de la región.