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En la actualidad, la capacidad de adaptarse es una de las virtudes más necesarias para sobrevivir al constante cambio, al menos en el mundo empresarial. Ese es uno de los primeros pensamientos que llega a la mente al conocer la historia de Julián Montes Iannini. El colombiano más mexicano a la cabeza de una de las empresas más importantes en México del sector agrícola. En entrevista, contó en exclusiva para NotiPress sobre los beneficios de adaptarse en un mundo cambiante y la creación de consciencia social.
Colombiano de nacimiento, italiano por descendencia, mexicano de corazón y por elección, Montes, con una sonrisa describe una a una las razones de su amor por Guadalajara: "Después de un año viviendo en Guadalajara, de ahí no me saca nadie." Desde cualquier punto de vista al colombiano le destellan los ojos al expresar la riqueza de Jalisco. Un año y medio como gerente general de Valent Sumitomo México sustenta su cariño por la tierra mexicana. Sin embargo, su historia con Centroamérica inició desde el 2007 con la empresa Du Pont para dirigir una unidad de negocios de consultoría interna en marketing y ventas.
A la pregunta de cómo se define, se ríe y recuerda todas las veces que ha recibido esa pregunta. Sin dudar mucho, asegura, México le ha dado tanto que le resulta imposible considerarse de otro lugar. Como líder, se desempeña desde hace algunos años en el sector agrícola y sustentable. En la ambigüedad de los términos mencionados explica el nacimiento de la curiosidad por las partes de consciencia social. Antes de ahondar en su profesión, responde, se formó ingeniero industrial en la Universidad de los Andes en Bogotá. Comenzó su carrera laboral en el sector petrolero dentro del área de ventas. Pasó recorriendo la ciudad vendiendo montaje de gasolineras y lubricantes.
Hacia 2002 inició el proceso para realizar un MBA en negocios en la universidad de Duke en Carolina del Norte, Estados Unidos en la cual fue aceptado. Dos años después, en 2004 se graduó e inició su relación laboral con Du Pont en Delaware. Tres años después tocó tierra mexicana con el mismo conglomerado a fin de dar el banderazo a su acercamiento al negocio de productos agrícolas. Ya con el cargo de Six Sigma Black Belt lideró un proyecto basado en la metodología Six Sigma y se convirtió al poco tiempo en director de marketing de México, Centroamérica, los países del Caribe y la región andina. En este punto inicia su multiculturalidad empresarial. Cuatro años después, se desarrolló en otra división enfocada en toda propuesta de valor ambiental y de manejo de producto para conseguir una línea verde al interior de Du Pont. Después de cuatro años como director de marketing en Arysta LifeScience, se desarrolló en el recurso humano desde la perspectiva de un director.
Ya con el grupo Sumitomo, explica su transición del marketing a managment en la subsidiaria de la empresa japonesa, Valent. Tras un año y medio además de ser gerente general ha tenido la oportunidad de durante los seis meses recientes fungir como presidente de Amocali, Asociación de la industria mexicana de protección de cultivos para la recolección y disposición de envases vacíos. Al mencionar los dos cargos no olvida recordar su necesidad de regresar a la sociedad tanto como esta da al mundo. "Fue pasar de ver una pata de la mesa a ya verlo todo como un todo, donde el balance entre las diferentes áreas que componen a esa maquinaría la lleven hacia adelante. Una de las áreas puede estar haciendo une excelente trabajo, pero si la otra lo está deteniendo, la empresa no se va a mover. Lo más complejo para mí ha sido eso: encontrar un balance de todas las áreas para que interactúen, evitar el conflicto, que exista una armonía en el trabajo y apoyo dentro de esas áreas. Entender las interacciones humanas a nivel profesional y personal para saber cómo liderar, apoyar y corregir una u otra acción para crear sinergias entre todos".
Montes piensa detenidamente antes de responder sobre su filosofía de liderazgo. Asegura, busca inspirar a la gente: "yo nunca busco adoctrinar, en la industria en la que me desarrollo sobra la experiencia. Para mí es fundamental conocer a las personas con las que trabajo, entender sus motivaciones y preocupaciones. Yo no busco imponer, sino complementar a través de la confianza. No quiero que me sigan, quiero que se inspiren de la causa de devolver a la sociedad que no se logrará por medio de esfuerzos aislados, sino en conjunto".
Junto a Sumitomo, asegura, encontró una cultura de la buena memoria para los pilares de la gente, la innovación y la sociedad. Una empresa aunada a su filosofía de liderazgo, lograrán la consciencia social que lo ha inspirado desde principios de su carrera. Sin duda, la adaptación fue clave para alcanzar el liderazgo y mucho tuvo que ver la multiculturalidad empresarial.
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