Foto: Gustavo Torres (NotiPress)
El sector energético global afrontará importantes transformaciones en 2025, marcadas por el desarrollo tecnológico, la necesidad de diversificación energética y las exigencias para reducir el impacto ambiental. Los compromisos adquiridos en foros internacionales, como el G20, pusieron de manifiesto la urgencia de adoptar estrategias sostenibles en países como México, China y Francia, con enfoque en la innovación y la eficiencia energética.
Las tendencias más destacadas marcan al almacenamiento energético como una de las áreas prioritarias. La empresa Quartux, especializada en este campo, compartió alguna de las tendencias en el sector rumbo a 2025.
El uso de inteligencia artificial (IA) está transformando la manera en que se administra la energía. Según Quartux, sus soluciones integran IA para automatizar la gestión energética, optimizar el consumo y reducir costos en instalaciones comerciales e industriales. Estas tecnologías permiten que los sistemas se adapten dinámicamente a la demanda, regulando los flujos energéticos en tiempo real.
La electromovilidad se perfila como otro componente clave para el desarrollo energético en 2025. Los autos híbridos y eléctricos continúan ganando terreno debido a su capacidad para reducir emisiones de carbono. Según expertos, los híbridos podrían consolidarse como una alternativa accesible y viable, facilitando la transición hacia el uso masivo de vehículos completamente eléctricos.
En cuanto a la generación energética, la energía nuclear vuelve al debate con nuevos avances en la tecnología de fusión nuclear. Este proceso fue señalado como una opción más segura y limpia frente a la fisión tradicional. Sin embargo, las energías renovables, como la solar y la eólica, mantienen una posición predominante en el mercado debido a su bajo costo de instalación, accesibilidad y reducida huella ambiental.
La parte geopolítica también juega un papel determinante en las dinámicas del sector. Factores como la reconfiguración política en Medio Oriente, las transiciones de gobierno en México y Estados Unidos, y las tensiones económicas globales podrían influir en el desarrollo de nuevas estrategias energéticas. Estos escenarios incentivaron la diversificación de fuentes y tecnologías para garantizar la seguridad energética.
Por otro lado, el desarrollo de baterías más avanzadas, sistemas interconectados y redes inteligentes sigue siendo un enfoque prioritario en la agenda energética. Según datos de la industria, la capacidad para gestionar grandes volúmenes de energía de forma eficiente y segura será esencial en los próximos años.
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