Foto: Nordic Harvest
Una de las graves problemáticas que espera controlarse en el siglo XXI es el calentamiento global debido a la gran cantidad de emisiones de efecto invernadero creadas por el actuar humano. Un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) encontró los sistemas alimentarios emiten 18 mil millones de toneladas de CO2. Por esta y otras alarmantes cifras, la industria de la agrotecnología busca soluciones sostenibles para la agricultura, como es la agricultura indoor.
En años recientes los consumidores se han vuelto más críticos con la forma en que su comida llega a la mesa. No sólo preocupados por el uso de pesticidas o químicos sino también por el impacto directo o indirecto en el ambiente. La FAO remarcó en muchos de sus estudios este impacto: dos terceras partes del agua utilizada en actividades humanas es para los cultivos. La agricultura perjudica a la tierra mediante degradación, salinización, exceso de extracción de agua y la reducción de la diversidad genética agropecuaria.
Por todas las preocupaciones de los consumidores y las pruebas del efecto en el medio ambiente, las empresas constituyentes de los sistemas alimentarios buscan nuevas soluciones sostenibles. La agrotecnología ofrece la agricultura indoor, la capacidad de producir los alimentos en un espacio completamente controlado.
Según Markets and Markets, la agricultura indoor estaba valuada en 2016 por 23.75 mil millones de dólares y se proyecta para 2022 alcanzar los 40.25 mil millones. Esto, debido a que en una parcela de tierra no podrían realizarse los cultivos verticales posibles en instalaciones controladas, además al no depender del clima, cualquier variedad de semillas puede germinar.
Otro beneficio de la agricultura indoor son el ahorro de agua, pues gracias a la tecnología puede reducirse hasta el 90% de su uso comparados con cultivos tradicionales. Agro Care, productor de tomates en Países Bajos, recolecta agua de lluvia y reutiliza el drenaje para tener un menor impacto ambiental.
Sin embargo no todos son beneficios, en instalaciones techadas el uso de energía eléctrica se eleva a grandes cantidades necesarias para hacer crecer los cultivos. La industria de la agricultura lo ha visto como una oportunidad y trabajan para un desarrollo sostenible del sector mediante alternativas verdes. H2Orto alimenta sus plantas con biogas generado al calentar agua y Nordic Harvest en Dinamarca utiliza energía eólica.
Ante las preocupaciones por las cantidades de emisiones liberadas en el ambiente, la agricultura indoor ofrece ventajas por sobre de la agricultura tradicional. Es deber de la industria actual sopesar estos beneficios en favor de un desarrollo sostenible del sector, como ya algunas empresas lo hacen.
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