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Con la pandemia de Covid-19 se ha incrementado la cantidad de fraudes, en su mayoría cibernéticos y de ingeniería social. En Estados Unidos, la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) recibió, al 10 de diciembre de 2020, 269 mil quejas relacionadas con la Covid-19 y el pago de estímulos. De éstas, dos tercios se relacionaron con fraudes y robo de identidad. En este contexto, los expertos advierten también del fraude laboral online, modalidad donde los defraudadores roban datos personales para abrir cuentas y contratar servicios.
Según la FTC, para este tipo de estafas los defraudadores anuncian puestos de trabajo de la misma manera y por los mismos canales que lo haría una empresa legítima, aunque con intenciones deshonestas. Estas intenciones, señala la Oficina de seguridad del internauta, de España, pueden ser la obtención de información personal para realizar otros fraudes, o bien, obtener un beneficio económico directo. De acuerdo a la FTC algunos ejemplos de estafas de empleo son:
Estafas de trabajo en casa: esta podría tratarse de una oferta de trabajo para el reenvío de productos o incluso vender cosas a conocidos. Comúnmente los estafadores tratan de atraer a sus víctimas asegurando que pueden convertirse en su propio jefe, iniciar su propio negocio o establecer sus propios horarios. Después de esto, extraerán dinero del defraudado a través del pago de kits de inicio, capacitaciones o certificaciones inservibles. También este tipo de fraude podría resultar en cargos no autorizados a las tarjetas de crédito o bien en estafas de cheques falsos.
Fraudes de comprador encubierto: aunque existen ofertas de trabajo de comprador encubierto legítimas, muchos suelen ser estafas, afirma la FTC. Aunque cobrar por hacer compras parezca un trabajo ideal, una oferta de trabajo legítima en esta área jamás solicitará dinero a cambio de certificaciones, listas de empleos o trabajos garantizados. El cobro de alguna suma monetaria para conseguir trabajo suele ser señal de una estafa. Lo mismo si existe una solicitud de depositar un cheque y devolver una parte de la suma cobrada, mientras se conserva la otra. Esto suele ser un indicio de una estafa de cheque falso.
Otro tipo de fraude podría consistir en simular un proceso de contratación más o menos normal, donde pedirán a la víctima entregar información y documentos personales. Posteriormente, los defraudadores utilizarán la información para suplantar la identidad de la víctima, para tramitar tarjetas de crédito, comprar productos e incluso cobrar beneficios de programas sociales a nombre de la víctima. Además, la plataforma para búsqueda de trabajo OCC Mundial advierte que, durante la pandemia, han repuntado las ofertas fraudulentas de empleo relacionadas con la elaboración de material sanitario.
Ante la necesidad económica y el aumento de fraudes durante de la pandemia de Covid-19, los expertos recomiendan mantenerse alerta para identificar estafas en torno a ofertas laborales. Como regla general, la mejor forma de prevenir un robo de identidad es ser conscientes de que, si una oferta suena demasiado buena para ser verdad, probablemente no lo sea.
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