Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
La industria de la construcción en México enfrenta una desaceleración en su segmento no residencial debido a la incertidumbre económica y al impacto del aumento de aranceles del 50% al acero y aluminio, impuesto por el presidente estadounidense Donald Trump. Esta situación ha llevado a que inversionistas del sector opten por detener o aplazar proyectos, afectando directamente a fábricas, hospitales, oficinas y centros comerciales, entre otros.
De acuerdo con el informe "Sector de la Construcción en México", elaborado por Solunion México, la inversión en construcción no residencial reportó una caída interanual del 17,1% al mes de marzo de 2025. En contraste, la edificación residencial mostró un crecimiento del 14,7% frente a marzo de 2024, reflejando una disparidad significativa en la dinámica del sector.
La tendencia general en construcción permanece limitada. La inversión fija bruta total presentó una contracción del 4,7% anual y apenas un aumento mensual del 0,3% frente a febrero de este año. A su vez, la inversión industrial mostró un retroceso del 3,1% en comparación con el mismo mes del año pasado.
El análisis de Solunion advierte que el panorama podría deteriorarse aún más ante la presión de los precios de los materiales de construcción y la evolución de la inflación en el sector. "El sector muestra indicadores mixtos. Sin embargo, considerando los datos actuales, la incertidumbre económica y la caída de otros indicadores macroeconómicos, el sector de la construcción podría estancarse durante 2025", señala el informe compartido con NotiPress.
La ingeniería civil es uno de los rubros más afectados. Durante el primer trimestre del año, no se han observado señales de recuperación en esta área. La falta de inversión en obras de infraestructura pública o privada refuerza las expectativas negativas sobre un repunte a corto plazo.
En términos de financiamiento, el crédito vigente para el sector construcción otorgado por la banca comercial registró una leve caída del 0,2% en abril, alcanzando un saldo total de 571,549 millones de pesos. De ese monto, 307,553 millones se asignaron a edificación, 233,532 millones a obras de ingeniería civil y 30,462 millones a trabajos especializados.
Por parte de la banca de desarrollo, el crédito activo fue de 150,618 millones de pesos al cierre de abril, con énfasis en ingeniería civil (138,183 millones), seguido de edificación (8,225 millones) y trabajos especializados (4,209 millones).
A pesar de la contracción, la construcción continúa como uno de los principales motores económicos del país, aportando el 6,4% del PIB total a marzo de 2025. Este valor es ligeramente menor al 6,6% registrado al cierre de 2024, pero mantiene su posición como el sexto sector con mayor contribución, detrás de la industria manufacturera, que lidera con el 31%.
En cuanto al Indicador Mensual de la Actividad Industrial, marzo mostró una mejora general del 2,1%, impulsada por la edificación (+10,01%) y los trabajos especializados (+3,9%), aunque las cifras fueron parcialmente contrarrestadas por una baja del 27,5% en ingeniería civil, confirmando que este segmento continúa afectando significativamente al desempeño global del sector.
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