Ciudad de México ,
Carlos Ortíz
Crédito foto: Gustavo Torres (NotiPress)
En la Ciudad de México, una de las zonas urbanas más expuestas a movimientos sísmicos y hundimientos diferenciales por su suelo blando, se estima que seis de cada diez casas se construyen sin supervisión técnica. Esta realidad convierte a la autoconstrucción en un problema de seguridad pública, más allá de una decisión individual de cada familia.
Vivir en una vivienda autoconstruida sin asesoría profesional no solo implica el riesgo de cuarteaduras o fallas menores, sino de derrumbes y daños estructurales que pueden costar vidas en un sismo. Se señala que en alcaldías como Iztapalapa, Gustavo A. Madero o Tláhuac, el suelo de alta compresibilidad amplifica los movimientos telúricos y multiplica los riesgos de colapso.
El sismo de 2017 evidenció esta vulnerabilidad, con decenas de viviendas autoconstruidas afectadas en colonias populares.Una casa chueca o con cimentación débil concentra los esfuerzos sísmicos en puntos frágiles y colapsa con mayor facilidad.
La autoconstrucción responde a la falta de acceso a créditos formales, lo que lleva a miles de familias a levantar sus viviendas "al tanteo", con materiales heterogéneos y sin estudios de suelo. Aunque el fenómeno difícilmente desaparecerá, especialistas advierten que se deben incorporar medidas mínimas de seguridad: cimentaciones adaptadas al terreno, control de altura (máximo dos niveles), distribución simétrica y uso de materiales certificados.
El problema central, afirman desde Materiales San Cayetano Express, es la falta de supervisión técnica mínima en cimientos, estructuras y losas, que permitiría reducir de forma significativa los riesgos. Frente a esta situación, algunas empresas buscan acercar capacitación gratuita y materiales accesibles a los autoconstructores.
Materiales San Cayetano Express comunicó a NotiPress que ha implementado programas en sus sucursales de la capital y el Estado de México, con demostraciones prácticas y asesorías en mezclas, colocación de tabiques y refuerzo estructural. "Nuestro énfasis está en educar al autoconstructor […] porque nuestro principal objetivo es brindar seguridad a las familias que deciden levantar su vivienda por cuenta propia", explicó el ingeniero Óscar Montoya, gerente general de la compañía.
San Cayetano también promueve el uso de tabiques industrializados y mezclas listas, así como ladrillos Novaceramic, que ofrecen mayor uniformidad y resistencia, además de beneficios térmicos.
En este contexto millones de habitantes en la capital viven en viviendas autoconstruidas vulnerables, lo que demanda políticas públicas más firmes para impulsar asesoría técnica accesible, capacitación comunitaria y materiales de calidad. En una ciudad donde los sismos son inevitables, construir con responsabilidad y acompañamiento técnico puede marcar la diferencia entre un patrimonio seguro o una tragedia en segundos.