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De acuerdo con una encuesta realizada por IDEMIA, empresa experta en identidad aumentada, cada vez son más los bancos e instituciones bancarias que apuestan por buenas prácticas de sostenibilidad interna y por medio ambiente en función de generar un impacto positivo en sus operaciones.
En este sentido, el 96 por ciento de los encuestados indicaron, consideraba que la participación de sus entidades financieras en materia de preservación del medio ambiente era positiva y real. Asimismo, más del 70 por ciento mencionó, la consciencia ecológica es un factor predominante en función de tomar decisiones financieras.
De igual manera, los clientes bancarios indicaron en la encuesta, hay algunas acciones que las instituciones financieras deberían implementar de inmediato, como son prácticas de sostenibilidad interna (78%), reducir su huella de carbono (70%), buscar medidas en función de compensar el impacto de consumo de carbono (48%), y sólo el 4 por ciento afirmó no tener expectativas de acciones de su parte.
"Los problemas relacionados con la preservación del medio ambiente y la sostenibilidad ecológica en las grandes empresas han llamado la atención de los consumidores. La encuesta señala que, más que nunca, los bancos e instituciones financieras deben prepararse para comprender y satisfacer esta demanda" mencionó en un comunicado Marcelo Annarumma, presidente de IDEMIA en Latinoamérica.
Entre las tendencias a favor del medio ambiente de los bancos se encuentra la emisión de tarjetas bancarias recicladas, metálicas y ecológicas. Según cifras del Informe Nilson, se producen alrededor de 6 mil millones de tarjetas de pago de plástico anuales, por ello, dichas entidades se han dado a la tarea de desarrollar estas tarjetas de una manera más sostenible: en comparación con una tarjeta fabricada con PVC convencional, la tarjeta ecológica se fabrica con materiales de PVC a partir de residuos industriales.
Uno de los desafíos en el implemento de estas tarjetas ecológicas es el temor de los usuarios al robo de datos personales y fraude. Asimismo, la manera en que los usuarios desechan sus tarjetas es un elemento clave para determinar la contaminación del medio ambiente; no obstante, el 33 por ciento de los usuarios encuestados indicaron sentir temor a enviar las tarjetas a reciclaje.
A pesar de esto, los consumidores indicaron, el 63 por ciento consideraría seguro transportar personalmente la tarjeta a un punto de recolección, preferentemente dentro de una sucursal bancaria en función de tener más control en la materia. De esta manera, los consumidores se enfocan cada vez más en las buenas prácticas de sostenibilidad interna y pro medio ambiente por parte de las instituciones financieras y bancos.
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