
Foto: Hikvision
Aunque no es el evento central de la temporada, el Black Friday en México genera un aumento anticipado en el tráfico de compradores y en la demanda de productos específicos. Este comportamiento representa una oportunidad para el sector minorista: funciona como un "termómetro" del consumo previo a Navidad. Sin embargo, gran parte de las tiendas no utiliza esta información para ajustar estrategias, inventarios o campañas, perdiendo así una ventaja operativa clave.
Desde noviembre, los picos de afluencia asociados al Black Friday permiten observar en tiempo real cómo se comporta el consumidor frente a ciertas categorías como tecnología, moda y artículos de temporada. Estos datos, cuando se recogen y analizan oportunamente, podrían anticipar decisiones para el resto del periodo navideño: desde la distribución de personal hasta la ubicación de exhibidores en tienda.
En este escenario, herramientas de inteligencia de negocio adquieren relevancia. Mapas de calor, conteo de personas y análisis de rutas permiten visualizar los patrones de circulación y preferencia de los compradores, mientras que sistemas de perfilamiento demográfico agregan valor al ajustar promociones en función del público presente.
Miguel Arrañaga, director de Ventas de Hikvision México, señaló a NotiPress que "la inteligencia de negocio en tienda física ofrece justamente esa ventaja. Con datos precisos, los minoristas pueden reorganizar inventarios estratégicos, ajustar horarios del personal, identificar quiebres de stock antes de que ocurran y gestionar filas en caja antes de que afecten la experiencia del cliente".
Además, destacó que estas soluciones permiten a los comercios actuar con mayor agilidad frente a eventos de alta demanda. "Durante las semanas de alta demanda, el perfilamiento demográfico agregado ayuda a que el marketing responda al momento: las pantallas pueden ajustar promociones según el tipo de audiencia presente", explicó.
Pese a este potencial, muchas cadenas comerciales tratan al Black Friday como una jornada aislada, sin integrar sus resultados en la planificación de diciembre. Esta desconexión reduce la capacidad de anticipación en un contexto donde cada día cuenta para maximizar ventas y optimizar la experiencia del cliente.
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