Foto: Cortesía albo
Las enormes filas en bancos o instituciones financieras, así como las aglomeraciones en plazas comerciales son, cada vez más, situaciones del pasado. Conforme avanza la nueva normalidad, los mexicanos cambiaron sus hábitos de compra de cara al Buen Fin 2021 gracias a la aceleración desproporcionada del comercio electrónico, la omnicanalidad de los negocios y la comodidad de hacer todas las compras dentro del hogar.
A comparación de la edición 2020 del Buen Fin, el challenger bank albo estima que habrá un crecimiento en las compras y pagos con tarjeta en la edición de 2021. Asimismo, los pagos online se mantendrán debido a la confianza marcada en los pagos electrónicos a raíz de la pandemia. Un claro ejemplo es el pago de servicios, que, de todas las categorías donde se usa la tarjeta albo, cerca de 21.7% la emplearon para esto durante la edición 2020.
Por otro lado, la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO) indicó, las ventas de 2020 cerraron en 238,900 millones de pesos, aún con las restricciones de movilidad y el lento avance de la campaña de vacunación para tal año. En ese mismo sentido, la misma asociación pronostica un alza en las ventas de la edición del Buen Fin 2021 gracias al avance de la campaña de vacunación y la mayoría de los estados de México en semáforo epidemiológico en verde.
El reporte de Intención de Compra durante El Buen Fin 2021 de la AMVO, consultado por NotiPress, indica, 8 de cada 10 encuestados declaran tener interés de compra de productos y servicios durante la edición 2021 del Buen Fin. Los hábitos de compra cambiaron; en la edición 2020 de El Buen Fin entre los usuarios de albo sobresalió el pago de servicios del hogar como primera posición. "Parece haber una preferencia de los usuarios por dejar atrás los tiempos de ir a formarse en una fila para pagar su luz, agua, predial, mientras que en la edición 2019 la subcategoría principal era supermercado mismo que bajó un lugar", explicó Alejandra Toledo Flores, head of marketing del challenger bank.
Asimismo, especialistas estiman una tendencia muy similar a la edición de 2020, donde el uso de tarjetas para comprar de forma física y digital fue en aumento. El incremento de ventas online también, debido a la facilidad de uso de las tecnologías, a la confianza que generó la pandemia y a que desde su celular el consumidor puede ver precios y comparar en Internet antes de comprar.
Los consumidores han cambiado sus hábitos de consumo, por ejemplo, en la edición 2020, las subcategorías que menos transacciones fueron: clubes de mayoreo, tienda de conveniencia, servicios publicitarios, abarrotes/carne, comida rápida, eventos deportivos, avión, TV por cable y hotel. La situación derivada de la pandemia por Covid-19 ha impulsado y consolidado los hábitos de consumo los cuales aprovechan las posibilidades de la digitalización y que tienden a incorporar las bondades de la movilidad. Esto, según Toledo, ha sido el empujón definitivo para que muchos consumidores perdieran el miedo a la compra digital.
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