Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
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Convertirse en un líder ejemplar o detectar a los directivos de tu organización que son auténticos líderes, no es sencillo. En muchas ocasiones se tiende a identificar como un dirigente a alguien quien sabe gestionar a su equipo de forma eficiente y consigue resultados. Aunque estas dos capacidades son propias de liderazgo, la tarea de un líder va mucho más allá.
Nia Ayanz, consultora experta en inteligencia emocional dentro de las organizaciones y profesora de cursos de Inteligencia Emocional para Líderes en Crehana, brinda cinco consejos prácticos para conseguir ser un buen líder dentro de una empresa.
De acuerdo con Ayanz, validar las emociones pues no son ni buenas ni malas simplemente son y su función principal es la de informarnos. Asimismo, es importante validar las emociones de cada empleado sin necesidad de juzgarla y de esa manera comprender dónde surgen. Por lo tanto, lo mejor es prestar atención a los hechos y las afectaciones de terceras personas.
Otro aspecto importante que señala la profesora de Inteligencia Emocional es la empatía, preguntar para entender a profundidad la visión que tiene el otro y su esencia. Encima, tomarse el tiempo para analizar cada una de las situaciones desde las perspectivas de otras personas. Aprender a leer el lenguaje no verbal puede ser una ventaja real en un rol de liderazgo, de esa manera se podrá determinar mejor cómo se siente alguien realmente.
El autoconocimiento también tiene una influencia importante para ser un buen líder, tener la habilidad de flexibilidad y compromiso de un líder con la responsabilidad personal. No solo se trata de hablar de cosas negativas o positivas, sino de tolerar el mal momento y atravesarlo de una manera inteligente.
Capacidades de escuchar y humildad son herramientas las cuales debe desarrollar un buen líder dentro de cualquier organización. Tomar opiniones de los demás con la misma importancia que las propias, por eso, lograr un consenso, colaboración y cooperación serán de gran ayuda para motivar una nueva misión o proyecto corporativo.
También la motivación juega un papel muy importante para tener un buen liderazgo, sobre todo, un factor que influye principalmente en el manejo de las emociones. Los líderes motivados suelen ser optimistas, sin importar las crisis en el trabajo, adoptar esta mentalidad para el liderazgo puede requerir práctica, pero vale la pena el esfuerzo.
Asimismo, Nia Ayanz profesora de Crehana explica, "Manejar nuestras emociones implica tener la capacidad de comprender y gestionar las sensaciones y sentimientos propios y de otras personas". La cultura de mejorar el dominio de la inteligencia emocional es que los líderes no solo son responsables de desarrollar sus propias habilidades, sino también la de sus equipos. Un buen líder debe ser consciente de que no puede funcionar solo y necesita del apoyo de un equipo para lograr implementar su visión.