Ciudad de México,
Patricia Manero
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Según el índice global de complejidad corporativa 2020 realizado por TMF Group, México se encuentra en el 13 de 26 lugares de los países con mayor complejidad para el cumplimiento contable y tributario. Ahora más que nunca, en el contexto de la pandemia de Covid-19, la cual aceleró la transformación digital en las empresas por lo menos dos años, según la consultora KPMG, las pequeñas y medianas empresas (pymes) deben automatizar sus procesos contables y administrativos para abordar los riesgos e impacto en su área por la pandemia, así como tomar consciencia de las buenas prácticas contables.
Tener errores en la contabilidad puede traer consecuencias graves para las empresas, pues se pueden generar multas, perder clientes e incluso, terminar en la cárcel por fraude. Entre las prácticas que dañan la salud contable de un negocio se encuentran no estar calificado para llevar la contabilidad, ni contratar un experto o tercerizar la tarea; la falta de un control de ingresos, sobre todo de los gastos; no estar al día con el pago de impuestos, tasas y otras obligaciones fiscales no excusables; así como no utilizar sistemas automatizados y realizar cálculos aproximados o erróneos.
Ante este panorama de incertidumbre económica, contratar un servicio profesional de contabilidad para encargarse del departamento es esencial en función de llevar una gestión ordenada y transparente. En este sentido, Simón Díaz, director y cofundador de el20.mx, plataforma digital que ofrece soluciones de contabilidad a pymes y emprendedores, explicó a NotiPress, "contratar asesoría contable-administrativa permite a la empresa tener un orden fiscal y contable. En un escenario como el de la crisis económica generada por el coronavirus, asesorarte permitirá tener la certeza de que las cosas se están haciendo como deben de hacerse, evitando multas y riesgos para la empresa".
Bajo esta línea, el año 2014 fue un parteaguas en términos de la historia contable de México, dice el experto. Anterior a esta reforma, cada empresa o despacho podía acomodar su estructura de cuentas contables de acuerdo con lo que más le convenía, "hoy día ya hay una estandarización en estas cuentas sobre cómo se debe hacer el registro que le llegará a la autoridad", menciona el experto fiscal. Asimismo, el sector administrativo-contable dio un salto a la digitalización, siendo el gran protagonista el Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI), que facilitó la facturación electrónica, traduciéndose en asuntos fiscales más simples y eficaces. Según afirma Díaz, la contabilidad en México fue uno de los sectores que no tuvieron que parar, pues desde antes de la pandemia se abrió el paradigma hacia la transformación digital.
"Anteriormente, la contabilidad se llevaba ‘a toro pasado’, las empresas y contadores tenían prácticas como dejar folios o facturas en blanco por si se necesitaban, que podían desencadenar un desorden en la contabilidad de cualquier empresa; ahora con la estandarización, se obliga a las empresas a mantener un orden fiscal-administrativo", explica. La tecnología se ha convertido en una fuerte aliada al momento de automatizar procesos y optimizar operaciones en materia contable y administrativa, lo cual permitirá enfocarse más en realizar análisis estratégicos, y menos en la recopilación y conciliación de datos e información.
Plataformas como la de el20.mx trabajan con la automatización de procesos en función de ofrecer a los contribuyentes una manera más práctica y sencilla de llevar su contabilidad. "Recabamos información del SAT a través del RFC del cliente y conectamos con las entidades bancarias para obtener los movimientos que sirven a los usuarios para tomar decisiones respecto a la contabilidad de la empresa", explicó Díaz.
El proceso de contabilidad ya rebasó las fronteras nacionales, afirma el directivo, "ahora puedes contratar a un contador de Monterrey si eres de la Ciudad de México", antes resultaba complicado por la documentación física que se debía entregar al asesor contable, pero con la digitalización se han optimizado procesos en función de mejorar la gestión de las empresas, resultando especialmente beneficioso en tiempos de pandemia.